Lola Rodríguez Hidalgo es una joven emprendedora de El Carpio que ha creado una empresa (Loipe) "para concienciar a la gente de que no se deshaga del aceite de freír usado por el fregadero, pues si se recicla puede obtenerse biocombustible y, además, se evita una gran contaminación de las aguas subterráneas", comenta convencida.

La empresa Loipe, que tiene previsto iniciar en breve su funcionamiento en la comarca del Alto Guadalquivir, cuenta con el apoyo de varios ayuntamientos. Su modus operandi consiste en situar contenedores junto a los que ya existen para la basura, con el fin de que los usuarios depositen en ellos las botellas llenas de aceite usado. Estos contenedores serán recogidos y transportados a la planta de reciclado, a donde también irán los procedentes de los restaurantes y comedores escolares que deseen colaborar.

La planta de reciclado está ubicada en el campus universitario de Rabanales y fue creada por Diego Luna, Julio Berbel y José Miguel Hidalgo, profesores de Química de la Universidad de Córdoba. Pertenece a la empresa Séneca Green Catalyst, que dispone de un reactor enzimático, capaz de producir biocombustibles mediante catálisis heterogénea enzimática. El aceite de freír usado que Loipe entregue aquí le será canjeado por biodiésel, que ella venderá a las gasolineras, para su introducción en el circuito de consumo.

En esta tarea, que se ha descrito a grandes rasgos, se ha embarcado Lola Rodríguez con un espíritu ecológico digno de elogio y merecedor de toda la suerte del mundo.