NACIO EN BAENA

EDAD 63 AÑOS

TRAYECTORIA FRANCISCO NUÑEZ DE PRADO DIRIGE LA EMPRESA NUÑEZ DE PRADO. TRAS OCUPAR LA VICEPRESIDENCIA DE LA DENOMINACION BAENA, AHORA HA SIDO ELEGIDO PRESIDENTE

--¿Por qué ha aceptado el cargo de presidente de la denominación de origen Baena?

--He de expresar mi reconocimiento a Agustín López Ontiveros por su trabajo y diligencia. Creo que el cambio se ha debido a que un grupo mayoritario de vocales pensaron en un nuevo perfil de presidente, una persona con más experiencia en comercio exterior. Yo nunca he postulado por este puesto.

--¿Cuáles serán sus retos?

--Mi objetivo es darnos a conocer en un mundo global, abrir las ventanas y que vengan clientes, como hemos abierto este molino y cada año vienen 20.000 personas de distintos países. Se dan cuenta de lo que es el proceso de elaboración del aceite y el virgen extra.

--¿Qué posicionamiento tiene el aceite de la zona de Baena?

--Creo que muy positivo. En los mercados interiores Baena es reconocida como la denominación de más renombre. En el exterior, sólo nosotros, estamos en unos veinte países de Europa, América, Asia-Pacífico y países árabes.

--¿Qué le queda por hacer al consejo regulador?

--Debe cumplir con su obligación y hacer lo que han hecho sus predecesores. Como presidente voy a preservar ese tesoro, que ha sido el trabajo de muchas personas durante mucho tiempo. El consejo regulador es el organismo que está a cargo del control de calidad, con unas señas específicas de identidad de una zona geográfica que ya se ha cerrado con la entrada de Cabra, y que atesora una costumbre de buen hacer aceite.

--¿Por qué hay que consumir aceite con denominación de origen respecto al resto de los vírgenes extra convencionales?

--Porque es una garantía de calidad y de salud. La denominación de origen de Baena hace controles hasta de residuos y cualquier aceite que no cumpla con las normas puede ser descalificado. En definitiva, sería decirle al consumidor "tome este producto porque es una garantía absoluta de calidad y es un producto certificado".

--A pesar de esto, el aceite envasado con distintivo todavía no representa ni el 20% de lo que se produce en la zona...

--Ese es un camino que hemos recorrido, pues empezamos desde cero. Podemos decir "qué barbaridad, ya se envasa un 20%" o también decir "qué lentos vamos pues todavía se envasa un 20%". En el término medio está la virtud. Si no nos distraemos, nos concentramos en nuestro trabajo, ese 20% irá aumentando.

--¿Encuentra respuesta la denominación en el consumidor?

--Sí, y cada vez más. El consumidor de aceite de oliva ha sido habitualmente poco informado. No es su culpa, quizás haya sido de nosotros, productores y comercializadores, que no nos hemos dado cuenta de que había que explicar muchas cosas. Hacer una labor educacional, por ejemplo, seguir el camino del mundo del vino, que nos lleva una gran ventaja. En el fondo, el aceite de oliva es un elemento cultural de primer orden de la cultura mediterránea, porque la gastronomía forma parte de nuestra cultura. Esta cultura es lo que debemos transmitir a través de la denominación a otras culturas.

--Desde la Junta se ha abierto el debate sobre la necesidad de llegar a una marca del aceite andaluz tras proliferar en exceso las denominaciones.

--He leído las declaraciones del consejero. Posiblemente, cuando una cosa prolifera, si no se hace muy bien, a veces se devalúa. Soy poco aficionado al fútbol, pero habría que pensar si en la Primera División, en lugar de haber los equipos que hay hubiera 160. Eso es muy delicado. Las denominaciones de origen son únicas e individuales y cada una debe tener sus señas de identidad y su responsabilidad. Es cierto que al haber muchas se diluyen. No sé si es necesario que se disuelvan y se haga una seña de identidad única. Creo que la idea de la Junta de Andalucía es que haya una sobremarca o una marca genérica que sea a través de calidad certificada y, después, que cada uno tenga sus señas de identidad propias.

--¿Qué posibilidad existe en la zona de Baena de llegar a campañas o iniciativas conjuntas con otras denominaciones de origen como Priego?

--Nosotros estamos abiertos. Como Priego, tenemos la obligación de preservar nuestras señas de identidad, que tanto nos han costado, y nuestros amigos de Priego pienso que piensan lo mismo. Sí podemos llegar a acuerdos entre empresas para hacer esfuerzos comunes para exportar.

--¿Hay alguna iniciativa prioritaria de su mandato?

--Somos conscientes de que vivimos en un mundo global, intercomunicado, en un patio de vecinos globalizado. Hay que transmitir las señas de identidad de la denominación Baena como una marca de calidad, es decir, ya no vivimos en una zona geográfica limitada, nuestro pueblo es el mundo.

--¿Y que le diría a esa persona de otro país para que viera algo distintivo en Baena?

--Le mostraría nuestro trabajo, que va desde el olivar hasta la botella, con una certificación de calidad, con unos controles, un entusiasmo y una profesionalidad de miles de olivareros.

--¿Qué efectos puede provocar la desaparición de las subvenciones de la UE en el sector?

--Creo que la época de las vacas gordas de las subvenciones en el aceite de oliva se ha pasado. Los olivareros tenemos que asumir nuestras propias responsabilidades sin subvenciones. Nosotros, desde nuestra empresa, siempre hemos hecho las cuentas sin subvenciones. Creo que la denominación de origen Baena es un valor añadido real para todo el aceite de la zona y siempre tendremos una postura menos desventajosa con respecto a los demás.