El abogado de la familia Carrillo Fernández, Ernesto Cáceres, presentó ayer en el Juzgado de Primera Instancia de Puente Genil auxilio judicial al de Coín (Málaga) para solicitar el contraste de las pruebas de ADN halladas en las uñas de la joven pontanesa Casta Carrillo, asesinada en 1995, y los restos orgánicos encontrados junto al cadáver de Sonia Carabantes hace escasos días. El abogado insiste en que "se dispone de una descripción física de un sospechoso del crimen de Puente Genil que se está pretendiendo identificar". Esta persona fue vista por varios testigos en la zona del canal de riego Genil-Cabra --donde desapareció Casta-- y se tienen indicios de las características de su vehículo. Para el letrado, "la descripción de este sospechoso puede dar luz a los casos de Sonia Carabantes y Rocío Wannikhof", ya que los tres crímenes guardan "numerosas similitudes".

En este sentido, Cáceres matizó que "son tres chicas jóvenes y bien parecidas que se encontraban a solas en el momento de ocurrir los hechos y que sufrieron un asalto que no puede ser improvisado, casual ni fortuito, sino que deja entrever cierta premeditación y acecho, además de que los tres crímenes acontecieron en fechas veraniegas".

El hecho de que las jóvenes malagueñas fueran asesinadas en época de feria y Casta Carrillo en medio de una sucesión de verbenas hace pensar a Ernesto Cáceres que "no debe descartarse la posibilidad de que el supuesto autor de los hechos sea una persona trashumante y que vive de las atracciones de feria o de puestos de golosinas que suelen instalarse en este tipo de ferias".

El letrado manifestó a este periódico que "llevamos un año trabajando con cautela en el caso de Casta Carrillo" y alude a la petición de una serie de nuevas pruebas que solicitó en su día a la jueza de Puente Genil para intentar esclarecer el caso. A este respecto, Cáceres dijo que las pruebas de ADN practicadas a los dos principales sospechosos del crimen de Casta han dado negativas con los restos encontrados en el cuerpo de la joven pontanesa.

La intención del letrado es investigar la posible coincidencia entre el ADN de la sangre y el vello pubiano encontrado en el cuerpo de Casta Carrillo con el hallado en el de Sonia Carabantes, hecho que calificó de "trascendental para la investigación".

DESAPARICION EN 1995

Casta Carrillo era la mayor de una familia de cinco hermanos y solía pasear en bicicleta por la carretera del canal de riego. Desapareció en la tarde del 19 de julio de 1995 y su cadáver fue hallado ocho días después por unos agricultores en un olivar apartado dentro del pago conocido como Paco Estrella .

Su cuerpo estaba prácticamente desnudo, con signos visibles de violencia -un gran golpe en la cabeza- y en avanzado estado de descomposición, lo que hizo sospechar que fue asesinada el mismo día de su desaparición.

La familia Carrillo nunca se ha resignado a que el caso se cierre para la justicia y ahora ha encontrado el momento de investigar si hay paralelismo con los asesinatos de Rocío Vannikhof y Sonia Carabantes.