ENTREVISTA | Antonio Torcuato Presidente de Comacor

«Los mercadillos nocturnos han venido a Córdoba para quedarse»

Antonio Torcuato, presidente de Comacor, a pleno sol en uno de los lugares donde se monta el mercadillo en Córdoba.

Antonio Torcuato, presidente de Comacor, a pleno sol en uno de los lugares donde se monta el mercadillo en Córdoba. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

En pleno verano, desde Comacor, asociación de vendedores autónomos ambulantes de Córdoba, denuncian las condiciones extremas en las que trabajan, además de la «ruina» que supone no tener clientes por el calor. Tras el éxito cosechado por el mercadillo nocturno del 21 de julio, su presidente, Antonio Torcuato, analiza la situación del sector y sus expectativas.

Con el calor de estos días en Córdoba, no me imagino cómo tiene que ser trabajar en estas condiciones en el mercadillo.

Calcula, calcula. Los mismos compañeros, en un porcentaje bastante alto, están optando hasta por no ir al mercadillo. Y te digo por qué. Por miedo a que les dé un jamacuco. Estamos sufriendo las altas temperaturas. Que tú puedes montar el puesto a las ocho de la mañana, que a esa hora ya está haciendo calor. Con todo y eso, a las ocho de la mañana puedes montar, pero ponte a recoger a las dos de la tarde. Corremos un gran riesgo, estamos sufriendo unas temperaturas extremas. Y te puede dar un jamacuco. Vas a los mercados y, a parte de la falta de consumidores, los propios comerciantes estamos faltando por salud. No son muchos, pero con uno que no vaya ya es un problema. Nosotros tenemos una economía de diario, no somos una multinacional, nuestro sueldo se reinvierte en los barrios.

¿Dice que los clientes tampoco van a comprar?

Sí. Encima se te junta que dices: «Me la puedo jugar si voy a vender», pero con unas pérdidas que están rozando ahora mismo un 70%... y, en alguno de los casos y según los días, son del 100%. Por ponerte un ejemplo. El domingo me viene un compañero y me dice: «Antonio, ¿a esto no se le puede dar una solución? El viernes es que ni me estrené». Para nosotros no estrenarnos es vender cero. O sea, echar toda la mañana ahí para no vender... Llegas hundido, desmoralizado. Nosotros somos busca vidas. Sales a buscarte la vida y resulta que no vendes por la emergencia climática. Es que estamos sufriendo eso hasta por la noche. Trabajar en Córdoba en estos extremos en la calle es complicadísimo.

¿Se muestran bastante ilusionados con el mercadillo nocturno que se celebró, pero parece que esa ilusión ha ido decayendo, ¿no?

Estos mercadillos extraordinarios generan unas expectativas, una ilusión... También era una actividad más para la ciudad y estábamos muy ilusionados, muy contentos. A parte de que servía para paliar nuestras pérdidas, también por salud, no solo de los comerciantes, sino de los consumidores. Había mucha demanda a pie de calle de los cordobeses. Una vez que lo hemos hecho y ha funcionado, porque ha sido todo un éxito, pues la gente ya se cree que esto ha venido para quedarse. Nosotros lo hemos hecho con la idea de que ha venido para quedarse. Una prueba piloto, si funciona, se sigue haciendo y si no funciona, no se hace. Nosotros lo entendemos así. Si no, se queda en una anécdota. Los mercadillos nocturnos han venido para quedarse. Le pedimos al alcalde que nos facilite las cosas.

¿Desde qué mes lleva el colectivo sufriendo pérdidas?

El verano en Córdoba sabemos lo que es. Las altas temperaturas, que ahora son extremas, no dejan de ser altas aquí. Nos hemos tenido que ir adaptando, pero en verano los mercadillos, aquí en Córdoba, nos morimos de hambre. Desde aquí quiero dar las gracias a la ciudadanía, que hace un esfuerzo por ir a los mercadillos y por el apoyo que muestra a diario al comercio ambulante, pero no deja de ser una realidad que a las doce o doce y media en los mercadillos no hay nadie.

Normalmente hacen una gran inversión, pero, al no vender, ¿qué hacen con ese producto?

Ese producto lo sigues teniendo. Nosotros tenemos una economía de supervivencia, lo poco que tenemos lo tienes que vender en un tiempo exprés. Porque, si no lo mueves, es tan cortito el manejo que tenemos que te lo comes. La gente desconoce los impuestos que pagamos. Que somos autónomos, cumplimos con todos los requisitos que tiene un autónomo. Si ganas, generas. Si no generas, al final te buscas una ruina.

Con la inflación, ¿se ha encarecido el producto?

El producto se encarece y, sin embargo, mantenemos los mismos precios. Intentamos dar la mejor calidad al mejor precio.

¿Qué cree que es el mercadillo para los cordobeses?

Aquí en Córdoba hay una tradición muy arraigada al mercadillo. Y creo que deberíamos de estar como en otras ciudades europeas. Un poquito más mimados, un poquito más de consideración.

¿Más mimo?

Que no haya complejo por ayudarnos públicamente, que muchas veces lo hemos notado, y que nos miren como lo que somos, como trabajadores autónomos, que no nos miren como ciudadanos de tercera. En otras ciudades el comercio ambulante esta mimado y valorado. Muy mimado y muy valorado. No nos vendría mal ese empujoncito de las administraciones. Nosotros no tenemos desgraciadamente un apellido, que no hace falta coger el teléfono, ni una corbata, cualquier cosa que conseguimos nos cuesta muchísimo trabajo y muchísimos años. Si tuviéramos un apellido o una corbata, no nos costaría tanto. Lo tengo clarísimo.

Son un colectivo que se moviliza bastante, ¿no?

Pero nos movilizamos justamente. Nunca hemos pedido dinero, hemos pedido un trato justo y un servicio de calidad, que nos lo merecemos como autónomos y como personas humanas que somos, porque hemos sufrido discriminación, trato de odio. Y porque estaban quitando licencias.

¿Tiene futuro el sector?

Sí, tiene futuro. Porque somos profesionales. La venta ambulante es la madre del pequeño comercio. Claro que tiene futuro, de siempre y para siempre.

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