Conchi Carrillo tiene 66 años, problemas de salud y una pensión muy limitada. Lleva años apuntada en las listas de Vimcorsapara conseguir una vivienda de precio asequible y hace pocos días estuvo a punto de verse en la calle. Conchi cuenta a este periódico que ella vivía en un piso en la calle de La Palma, en el barrio de San Pedro, donde cuidaba a una mujer mayor. La familia decidió trasladar a la mujer a una residencia y permitió a Conchi quedarse en el piso pagando algo más de 200 euros. Sin embargo, de la noche a la mañana le avisaron de que tenía que irse.
La mujer se puso en contacto con algunas amigas que le buscaron una rápida solución. Ahora comparte piso con otras cuatro chicas, todas de entre 20 y 30 años, en un bloque del Sector Sur. El problema, explica, es que esta solución es temporal, «para un mes» y además el portal no tiene ascensor, por lo que el acceso es complicado.
Conchi ha acudido a Vimcorsa, que la orientará en líneas ayudas al alquiler mientras le llega su turno. Es el perfil claro de personas que pueden acceder a los apartamentos para mayores que impulsa la empresa municipal, aunque las plazas son limitadas. Este modelo funciona en Sama Naharro desde el año 2013, donde hay 155 apartamentos para personas mayores de 65 años. Es una comunidad donde ni siquiera hace falta salir para ir a la peluquería, a la cafetería o al fisio.
Esos mismos apartamentos se ampliarán con otros 113 más y se continuará el camino en la calle Don Rodrigo con 23 viviendas más. A estos dos proyectos se suman los que Vimcorsa pretende llevar a cabo en una parcela del Campo de la Verdad y en Fátima, que se encuentran en la fase de estudio y que serán promociones de vivienda para alquiler o alquiler con opción a compra para jóvenes y mayores.