La Audiencia Provincial de Córdoba ha acogido este martes la segunda sesión del juicio contra J. A. F., acusado de matar a un joven de 26 años en Cabra, en el año 2019, tras asestarle más de 20 puñaladas cuando se encontraba con una amiga en la Ciudad de los Niños del municipio.

En esta segunda sesión han comparecido la familia y varios amigos del fallecido, así como varios conocidos del acusado. Los amigos de Agustín, el joven que resultó muerto en este suceso, han señalado que días antes de los hechos el hermano del acusado había discutido con el joven en una discoteca de la localidad.

Este hecho podría ser la única unión entre víctima y presunto asesino, dado que todo el mundo coincide en que ni siquiera se conocían. Es más, el hermano del acusado también fue detenido e investigado dentro de la causa, sin que después se le imputara delito alguno y sin que haya tenido que declarar en el juicio.

Varios amigos del fallecido han explicado que Agustín y el hermano del procesado mantuvieron una discusión en una discoteca de Cabra, sin que ésta fuera a mayores. Días después, según el relato de los amigos, el hermano del acusado lo miraba "desafiante" si se lo encontraba por la calle y también empezó a darle "me gusta" a sus publicaciones de Instagram, algo que a Agustín le parecía raro.

Mientras, la defensa, que intenta demostrar que los culpables son otras dos personas no identificadas que amenazaron al procesado, apunta hacia otros posibles problemas que Agustín tuviera dentro del municipio. El abogado defensor ha preguntado a los testigos por familiares de una expareja y por un joven que fue amigo de la víctima. Dos amigos del fallecido han reconocido que Agustín tuvo ciertos problemas con ese examigo, al que dejaron dinero para sacar provecho de una plantación de marihuana, sin que les devolviera la inversión.

Uno de los momentos más tensos de esta segunda sesión lo ha protagonizado la madre de la víctima, que ha pedido declarar sin biombo entre ella y el acusado. La mujer ha asegurado que "mi hijo no era un niño problemático" y ha apuntado que no llevaba bien la separación de sus padres, pero que "no recibía ni tratamiento ni ayuda psicológica". Antes de marcharse de la sala, la madre de la víctima se ha dirigido al procesado para decirle "ni con 50 ni con 100 años pagas la vida de un niño de 26".