Benito, Sofía, Adriana, Enrique y Olga son especialistas internos residentes (EIR) de primer año del hospital Reina Sofía y una representación del centenar de jóvenes ilusionados que cada año desde Córdoba, pero también desde otros puntos de España, llegan al hospital con el objetivo de salir lo mejor preparados posible cuando sean especialistas. 

Benito Cantador, de 25 años, natural de Villanueva de Córdoba, estudió Medicina en la Universidad de Córdoba y recibió el Premio Extraordinario Fin de Carrera. Además, en el examen MIR de este año logró ser el cordobés con mejor puntuación en el examen. Se quedó en el puesto 64 de entre más de 14.000 aspirantes de todo el país. Esa nota le hizo merecedor de uno de los premios al mejor MIR, que concede anualmente el Colegio de Médicos de Córdoba

«No esperaba sacar esa nota. Iba bien preparado, pero siempre tienes la incertidumbre», cuenta. Gracias a la puntuación que obtuvo en el MIR este médico no tuvo problemas para acceder a una plaza para formarse en Cirugía Torácica en el Reina Sofía. «Esta especialidad tiene menos salidas que otras cirugías, ya que solo se practica en hospitales de más nivel, como es el caso del Reina Sofía», indica. Benito realiza siete guardias al mes, las máximas permitidas, para percibir un sueldo algo más elevado con el que poder pagar un alquiler, pero reconoce que «hacer 7 guardias implica como trabajar 15 días, porque el día después de la guardia estás cansado». Él quisiera algún día poder impartir clase en la facultad y también participar pronto en la realización de trasplantes pulmonares. Y, por supuesto, poder quedarse cuando acabe el MIR en el Reina Sofía.

Hermanas: Sofía Castañeda ha comenzado la especialidad de Análisis Clínicos y Adriana, la de Cirugía Plástica. MANUEL MURILLO

Hermanas

Las hermanas Sofía y Adriana Castañeda tienen 23 y 24 años, respectivamente, y han venido desde Ciudad Real para especializarse en el Reina Sofía en Análisis Clínicos, la primera, y en Cirugía Plástica, la segunda. Sofía estudió Farmacia y Adriana, Medicina. Sofía, gracias a su buena nota, pudo escoger plaza para la residencia sin problema. Ella y su hermana no dudaron en elegir el Reina Sofía porque les «atendieron de forma muy agradable» cuando estaban decidiendo en qué centro formarse. Sofía considera que recibe una buena preparación y que Análisis Clínicos es una especialidad muy completa, que abarca muchas materias, mientras que su hermana Adriana está muy contenta con su especialidad, porque le hace sentir muy útil ayudando a los pacientes. Aunque apenas acaban de empezar sus especialidades, a estas hermanas no les importaría poder seguir vinculadas laboralmente al Reina Sofía cuando terminen.  

Enfermería pediátrica: Olga Ortiz la ha elegido. MANUEL MURILLO

Enfermería pediátrica

La cordobesa Olga Ortiz ha iniciado este curso la especialidad de Enfermería Pediátrica. Olga estudió Enfermería en Córdoba y, tras obtener una de las mejores notas en el examen de acceso a la especialidad en Córdoba, pudo ocupar una de las cuatro plazas de formación en Enfermería Pediátrica que oferta el Reina Sofía. 

Olga explica que el contrato de residencia, que en su caso tiene una duración de dos años, implica docencia, la realización de cursos y la investigación. Esta enfermera defiende que debería retribuirse mejor a los residentes, «porque yo tengo la suerte de vivir con mis padres, pero como hay tan pocas plazas muchos aspirantes se tienen que marchar fuera de su lugar de origen y pagar un alquiler. Se necesita además dinero para asistir a congresos, cursos...» A Olga le parece que la formación que está recibiendo es muy completa y que su especialidad es muy necesaria, ya que con la pandemia se ha visto la importancia de la enfermera escolar. «Se tiene la errónea concepción de que una enfermera debe saber y hacer de todo, pero pienso que una mejor asistencia pasa por especializarse», añade.

Enrique Cano: Primer residente de Radiofísica. MANUEL MURILLO

Primer radiofísico 

El gaditano Enrique Cano, de 38 años, es el primer residente que está realizando la especialidad de Radiofísica en el Reina Sofía, al haberse ofertado por primera vez una plaza por parte de este centro en esta materia. Enrique estudió Ciencias Ambientales y estaba trabajando en una empresa que ofrece servicios de protección radiológica a instalaciones radiactivas, labor que le acercó al mundo de la radiofísica. Gracias a la nota que tenía Enrique pudo escoger sin problema la única plaza formativa del Reina Sofía. «Tengo el mejor tutor que hay en España, Roberto Martínez, y cuento con el respaldo del jefe del servicio José Antonio Miñano. El Reina Sofía es un hospital muy asistencial, lo que contribuye a una mejor formación. El día de mañana, cuando acabe la especialidad, poder decir que me he formado en el Reina Sofía me ayudará con seguridad y espero seguir trabajando en este hospital u en otro», destaca.