Córdoba es una de las ciudades más calurosas en verano y todo el que venga lo puede comprobar. En la ciudad, como bien es sabido en todo el mundo, el Festival de Patios se celebra en mayo, pero algunos de ellos han decidido luchar contra la calor y siguen abiertos durante las mañanas estivales para que la gente pueda seguir disfrutando de ellos y su frescor. 

El concurso, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2012, este año está de júbilo ya que celebra su 150 aniversario, con la promesa de seguir siendo orgullo de la ciudad muchos años más.

La última edición de Los Patios de Córdoba, celebrada del 3 al 16 de mayo, a pesar del covid exhibió su plena vitalidad y capacidad de resistencia a la pandemia ya que contó con un recorrido de seis rutas: Santa Marina - San Agustín, San Lorenzo - San Rafael, San Andrés - Realejo, San Pedro - Santiago, Judería y Alcázar Viejo. En total, 59 patios abrieron sus puertas, de los cuales 50 participaban en el concurso. Este festival siempre suele estar muy concurrido y recibió más de 400.000 visitas en esta primera edición primaveral del concurso después del estallido de la pandemia. Además, se contó con un estricto control de aforo como parte de las medidas sanitarias incluidas en las normas covid-19. Aunque no se necesitaba reservar entrada y la visita era libre y gratuita, se establecieron unos horarios para no crear aglomeraciones y conseguir la máxima seguridad posible.

La cuidadora explica a turistas las características del patio en San Basilio 16 MANUEL MURILLO

Ahora también resisten a la ola de calor. A pesar de ser verano, las personas que hacen turismo en Córdoba no dudan en visitar los patios que quedan abiertos por estas fechas, la mayoría por la zona de San Basilio. Según cuenta Juan Oretti, cuidador del patio San Basilio 20, durante estos meses «se está recibiendo muchísima demanda, en agosto bastante más. Te puedo decir que ha habido días que casi hemos recibido la misma gente que en patios, con colas en la puerta». Aunque, en el patio de la Asociación de Amigos de los Patios no han corrido la misma suerte, y es que una de sus cuidadoras afirma que «hay demanda pero no la suficiente». 

Geranios y gitanillas

En los recintos, las plantas que más se cuentan estos días son los geranios y gitanillas que son también las que más valora el jurado cuando se celebra el concurso. «El 90% son gitanillas, además, este tipo de planta es autóctona de la zona, por lo que aguanta más el calor y las altas temperaturas que cualquier otra», destaca Oretti. Pero, a pesar de que este tipo de plantas predominan en los patios, hay mucha más variedad, como helechos, begonias, peperomias, azaleas, etcétera. También hay que destacar que ahora en verano las plantas decaen y pierden sus flores, así que, por ejemplo, en el caso del patio San Basilio 22, «predomina el verde», afirma su conservadora, Ana de Austria.

Juan Oretti (San Basilio 20): «Algunos días recibimos tanta gente como en mayo, con colas»

Debido a las altas temperaturas, el cuidado de los patios es mucho mayor. «Para agua no ganamos y porque colabora el personal si no, no sé qué sería del patio», destaca Oretti. Los cuidadores empiezan desde primera hora de la mañana, cuando menos calor hace, a regar, reemplazar macetas, quitarle las hojas secas, tratar la planta por si le ataca alguna plaga, pero, sobre todo, para mantener el patio fresquito. El cuidado y dedicación de las personas que conservan y viven por los patios permite que sus macetas luzcan intactas, pero, igualmente, sufren daños y «más del 60-70% de los recintos pierden las plantas durante el verano», afirma el cuidador de San Basilio, 20. 

Pero no todo es negativo este verano, y es que según explica la conservadora de San Basilio 22, «de momento estamos bien, el año pasado se quemaron los balcones de la calle. Este año las plantas no están sufriendo tanto como el año pasado». 

Visitantes en San Basilio 44 MANUEL MURILLO

En el caso del patio de la Asociación de Amigos de los Patios, también cuentan con un taller artesanal que, además, es tienda. La pandemia también ha hecho mucho daño en este pequeño taller, y es que «se vende porque es todo muy colorido y artesanal pero la gente no compra como antes», subraya una de las cuidadoras. 

En Córdoba, se espera que en octubre vuelvan a abrir todos los patios con motivo de un nuevo festival otoñal, como el pasado año, u mes en el que se va a proponer además un intercambio cultural entre un espacio tan tradicional como los patios cordobeses y un arte tan contemporáneo como el de las instalaciones florales con el Festival Flora

No será, por tanto, la primera vez que veamos los patios en octubre, y es que, el año pasado la pandemia del coronavirus hizo que se retrasara este festival. Tuvo lugar del 8 al 18 de octubre y participaron 35 patios. En esta edición, al ser en un mes otoñal, los recintos se vieron obligados a sustituir el color de las flores de primavera por los olores del otoño y que se vendió como reclamo a una experiencia cultural segura y menos congestionada que las ediciones de mayo.

Esto indica que, la ciudad de las tres culturas envuelve sus patios y callejones de mil colores con flores en cualquier época del año.