La fundación Futuro Singular Córdoba ha publicado el informe anual de actividad correspondiente al 2020 que recoge los principales resultados y datos económicos del primer año de la pandemia, en el que la entidad debería haber celebrado su 50 aniversario, tal y como estaba previsto, pero que se vio interrumpido por la declaración del estado de alarma. Según Ángela Amate, presidenta de Futuro Singular Córdoba, el 2020 fue "un año de esfuerzos y sacrificio por parte de los profesionales que han demostrado, una vez más, ser el mayor valor de la entidad, y esfuerzo, muy especialmente, por parte de nuestras familias que han afrontado esta difícil situación con arrojo y valentía".

La pandemia no solo ha afectado al balance económico de Futuro Singular, que vio cómo los gastos se disparaban debido a las necesidades derivadas de la compra de material y demás medidas de prevención del coronavirus, sino a la propia actividad que tuvo que reinventarse haciéndola más individualizada y de forma telemática o en muchos casos paralizarse, sobre todo, durante el confinamiento.

Según detalla la memoria, la prestación de servicios y apoyos a las personas con discapacidad intelectual "se han visto fuertemente afectada por los efectos de la pandemia". El impacto se concentra en dos líneas, en la prestación de los apoyos y en la limitación de oportunidades, "ya que se tardó demasiado tiempo en flexibilizar las medidas para los servicios de personas con discapacidad intelectual". No obstante, la fundación destaca como aspectos positivos "la capacidad de resiliencia que han demostrado muchas personas y cómo, a pesar de las dificultades, se han podido seguir desarrollando algunas de las actividades previstas a través de diferentes metodologías.

Los servicios que se han visto más afectados por estas circunstancias han sido los residenciales, que al igual que los servicios de día vieron afectadas sus actividades, con el agravante de que las personas no pudieron estar con sus familias durante meses, detalla el informe.

El desglose económico indica un descenso significativo en el copago de servicios y en la financiación propia por los servicios privados (Centro de Recursos), que se tuvo que suspender durante varios meses por la pandemia. Suman los servicios privados y el copago un descenso de 394.096 euros, respecto al ejercicio anterior (un 16% menos). En el reparto porcentual de la financiación pública, la Junta de Andalucía, subió al bajar otros ingresos, en el año 2019 era del 72% y este 2020 del 75%, como principal financiador.