Una función con ambiente dispar

El comienzo del fin de semana coincidió con la recta final de las preliminares del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Córdoba. Eso se notó en el ambiente, ya que hasta la medianoche el público se encontraba animado, pero una vez entrada la madrugada comenzaron a verse más butacas vacías.

Fue una noche en la que la cantera reivindicó su peso con la comparsa infantil de Pozoblanco Este mundo se nos queda pequeño. Estos jóvenes comparsistas tocaron una tema inédito hasta ahora como es el de las personas sordas, a las que quisieron dedicar un segundo pasodoble que cantaron utilizando el lenguaje de signos. Tras esta actuación, la primera agrupación adulta fue la comparsa de Belmez Desde mi atalaya. Estos guerreros musulmanes cantaron rodeados de las almenas de una torre y lanzaron su defensa de la provincia, puesto que «fue la que salvó el concurso». Tras estos dos grupos, llegó el turno de la primera chirigota. Procedente de Montoro, los modistas de Rigoberto, el experto, te vas con lo puesto defendieron las adopciones por parte de las parejas homosexuales.

El público estaba animado y tenía ganas de escuchar coplas. Así sucedió cuando llegó el turno del cuarteto Multiservicios Los Pepes. Dos obreros debían exhumar a Franco del Valle de los Caídos, pero entre chiste y chiste al final la dejaron para otro día, «depende de lo que diga el jurado». Su actuación hizo reír a un público que se contagió, después, con la actuación de la chirigota Pa vestir santos, de Cañete de las Torres. La puesta en escena de estas solteras, enganchó a los presentes y eso, unido a un repertorio con numerosos puntos de humor, provocó una sonora ovación.

Tras esta doble sesión de humor, regresó la seriedad de la comparsa con La troupe. Estos artistas de un circo francés reivindicaron su amor por el carnaval, aunque «también me han enseñado el respeto» por otro compañero. Gran variedad de voces en su popurrí. A esta joven comparsa le secundó la chirigota Los del Lydl. Una secta que quiso criticar «la hipocresía que reina en esta fiesta».

Regresó el turno de la comparsa con La bohème. Estos artistas interpretaron su repertorio con acento francés y causaron sensación en su piropo en forma de pasodoble hacia Córdoba. Seguidamente, la chirigota Los rebujitos ya tienen tablas lanzaron sus críticas hacia «las puñaladas que aparecen en el Carnaval».

La penúltima actuación de la noche fue de la comparsa de Madrid Los extranjeros, quienes reivindicaron su amor hacia Córdoba «pese a ser un extranjero» con un tipo muy vistoso. Cerro la función la chirigota de Arjona Los auténticos correcaminos..., que tuvieron una agradable actuación ante un Gran Teatro casi vacío.