Dos exministros del Interior, uno español y uno francés, y un periodista-pensador, sentados a la misma mesa para reflexionar y hablar sobre una Europa fragmentada y en aparente fase de descomposición ha sido el tema elegido para iniciar en Córdoba el cuarto congreso llamado del Bienestar, esta vez, bajo el subtítulo de El desorden del mundo. Un epígrafe inquietante en sí mismo que dio para un debate intenso en el que Alfredo Pérez Rubalcaba y Manuel Valls, bajo la batuta de Teodoro León Gross, intentaron poner orden, al menos en el plano de las ideas, y explicar qué está pasando en Europa.

No era misión fácil aunque el verbo preclaro de Rubalcaba y de Valls logró dibujar de un modo bastante gráfico el estado de las cosas, coincidiendo a grandes rasgos en el diagnóstico del enfermo. Ambos señalaron el grave estado de fragilidad de las bases del europeísmo, agitado tras casi una década de una crisis con muchos frentes abiertos, frente a un discurso populista, nacionalista y xenófobo que sigue ganando terreno a cada paso.

Según Rubalcaba, a la Europa demócrata a la que defiende los valores que definen un Estado de derecho, le falta fuelle en la defensa de sus cimientos y llamó a los gobiernos demócratas a defenderse con más firmeza de los ataques que reciben a diario. «El populismo y el nacionalismo tienen un discurso con épica, ética y estética que te puede gustar más o menos, a mí muy poco, pero que suena bien», explicó, «pero ¿frente a esos discursos xenófobos, tenemos un discurso europeísta con épica, ética y estética que suene igual de bien?».

En su opinión, la clave para salvar a Europa del progresivo declive al que se enfrenta y combatir el desmembramiento iniciado por Gran Bretaña está en «explicar a los europeos con más fuerza lo que nos jugamos, los gobiernos tienen que echarle coraje si quieren plantar cara a ese discurso que entra como cuchillo en mantequilla», sentenció.

Por su parte, el ex primer ministro francés Manuel Valls puso el acento en la necesidad de «hacer política» y en que los estados y los partidos que creen en el Estado de derecho «salgan de sus trincheras» para hacer un frente común contra el enemigo (en este caso, la xenofobia, el nacionalismo o el populismo). «Lo que está en juego es la libertad». Ambos criticaron la división de la izquierda y de la derecha europea, «que pensaba que el populismo solo afectaría a la izquierda y se ha encontrado con que también va a por ellos», afirmó, «de ahí que el hecho de que la mitad del PP europeo no castigara en Bruselas a Orban (por incumplir las normas democráticas) sea un error táctico, político y moral».

El debate tuvo lugar en el marco del cuarto Congreso del Bienestar de la Cadena SER que se celebra en Córdoba, con el apoyo unánime de las instituciones, que acudieron al acto inaugural. Las jornadas continúan hoy en el Teatro Góngora, con figuras como Ángeles González Sinde, Amelia Valcárcel, Manuel Rivas, Laura Restrepo o Luis Alberto de Cuenca, entre otros, que reflexionarán sobre Los intelectuales y el poder y sobre Insurgencias y rebeldías. Más de 400 personas se han inscrito en el congreso, que ofrece actividades paralelas en la calle.