El vertido de orujo originado hace unos días en el Guadalquivir a la altura de Pedro Abad, por un accidente en una orujera, alcanzó ayer por la mañana el término municipal de Córdoba, tiñendo de negro las aguas sobre las que se veían flotando numerosos peces, sobre todo carpas y barbos, que habían muerto por la falta de oxígeno.

Según informó a este periódico Pedro Escribano, jefe de zona de Córdoba de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el volumen del vertido está resultando mucho mayor de lo que en un principio se había señalado. Llegó a decir el reponsable de la CHG que «es el más importante» de este tipo de vertidos que ha sufrido el río Guadalquivir en Córdoba en las dos últimas décadas, puesto que se habló en los primeros momentos, cuando se detectó el incidente, de 150 metros cúbicos afectados, y actualmente se ha comprobado que arrastra aproximadamente 1,2 millones de metros cúbicos. La capa de orujo que cubre la superficie del agua se ha ido desplazando desde el lunes aguas abajo, arrastrando a su paso peces muertos, como consecuencia de la falta de oxígeno y causando otro tipo de daños, sobre todo en la flora.

Escribano explicó asimismo a este periódico que la lengua de la mancha de orujo ocupaba ayer a mediodía unos 20 kilómetros a lo largo del cauce del río, pero que a medida que va pasando por cada salto, el agua se va oxigenando y disminuyéndose por lo tanto el daño. Además, ha explicado que el vertido no es tóxico, sino de falta de oxígeno del agua que es lo que está generando que mueran los peces.

De ese modo, según señala el responsable en Córdoba de la Confederación, a las diez de la mañana de ayer la mancha negra estaba a la altura del Puente Romano y al menos hasta las diez de la noche no habría terminado de pasar y salir de lo que sería el casco urbano de la ciudad, al tiempo que explicó que en El Carpio, Villafranca y Alcolea la situación ya se ha normalizado. Además, indicó que en los pueblos situados aguas abajo, como Almodóvar, Posadas o Palma del Río, la incidencia de la mancha y el daño será mucho menor.

El responsable de la CHG explicó también que para hacer una valoración real del alcance del vertido habrá que esperar unos días, pues al ser mucho mayor de lo indicado en una primera instancia, será necesario estudiar despacio el caso, una vez que disponga de todos lo datos necesarios y de la zona afectada. Para ello, señaló, se requerirá la información de la Junta de Andalucía, que fue la Administración que abrió el primer expediente por el vertido. Por otro lado, indicó que ayer mismo un grupo de operarios de la empresa pública Tragsa trabajaba en la limpieza del agua y la extracción de peces muertos en el tramo urbano del río, sobre todo en la zona de El Arenal, que es donde más facilidades de acceso tiene.

El vertido procede, según explicaron la Junta y la Confederación el pasado martes, de la avería de una bomba de una secadora de orujo que la empresa Oleícola El Tejar tiene en Pedro Abad. Como consecuencia de esta avería y del vertido generado, tanto la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, como la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir abrieron un expediente sancionador a la citada empresa.

LA ALCALDESA // Por su parte, la alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, señaló que ese vertido, «que parece que está identificado quién es el culpable, está siendo analizado tanto por la Consejería de Medio Ambiente como por la Confederación Hidrográfica y lo que espero es que se exijan responsabilidades» y añadió que nadie entendería que la empresa que ha causado el vertido y los daños consiguientes «quede indemne»