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ENTREVISTA

Ángela Amate: "La sociedad debería ser más inclusiva y más equitativa"

Presidenta de Aprosub

Ángela Amate: "La sociedad debería ser más inclusiva y más equitativa"

Cerca de medio siglo, concretamente 46 años, lleva la Asociación a Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual de Córdoba luchando por mejorar la calidad de vida y la inserción social de quienes se acogen bajo su manto protector. Mucho han cambiado las cosas en estos años, empezando por la denominación que se daba entonces a los afectados («subnormales» eran llamados incluso sin ánimo de ofenderles, y así quedó registrado en el mismo nombre de la entidad, Aprosub, que para el futuro se plantea el cambio a una sigla más en consonancia con las nuevas sensibilidades). Pero entonces como ahora, el reto era y es normalizar en lo posible la vida de quienes sufren esta discapacidad, con valentía y sin victimismos. Así lo explica la presidenta de la asociación, Ángela Amate, que se muestra emocionada con el premio de Cordobés del Año. «Estamos todos pletóricos, porque como cordobeses que somos sabemos la importancia que se le da en Córdoba a este premio -asegura-, y nosotros por supuesto se la damos también».

-¿Se siente Aprosub bien tratada por las instituciones?

-En líneas generales sí, pero pensamos que se debe de hacer algo más por las personas con discapacidad. La sociedad debería ser mucho más inclusiva y más equitativa. Debería haber más oportunidades.

-¿Se refiere a oportunidades laborales? Ustedes mismos tienen un servicio de empleo, ¿es que se mantiene la resistencia a contratarles?

-Tenemos servicio de empleo con apoyo, y queremos trabajar mucho más en este sentido. Es muy complicado, es verdad que hay gente comprometida, pero hay que explicar muy bien a los empresarios que estas personas son capaces de realizar su trabajo. Nosotros en todo lo que necesitan apoyo se lo prestamos. Aprosub apoya su trabajo diario durante un tiempo, hasta que son capaces de realizarlo solos, y por supuesto luego se les hace un seguimiento. También apoyamos a la empresa en lo que necesite.

-Y económicamente, ¿cómo salen adelante?

-Todas las plazas de Aprosub están concertadas. Centros de atención temprana que están concertados con Salud, colegios concertados con Educación, residencias y centros de día con Servicios Sociales. Los pagos los efectuamos en tiempo y forma, pero ahora mismo no nos llega para todo. Desde hace unos años no se ha subido el coste de la plaza, hemos notado muchísimo el tema de la crisis.

-¿Fueron duros los comienzos, allá por 1970?

-Por lo que me han contado fueron durísimos. Los discapacitados estaban en sus casas, no los admitían en los colegios, y algunas familias que tenían inquietudes por mejorar la condición de vida de sus hijos fueron las que empezaron a trabajar con la Administración para verles escolarizados. Los padres que tenemos hijos con discapacidad -ríe- somos muy constantes.

Ella bien lo sabe, porque a Aprosub Ángela Amate, que había estudiado administración de empresas, llegó para batallar por el menor de sus tres hijos. «Entré en la AMPA y luego me eligieron presidenta en el 2001 -dice-, una cosa llevó a la otra. No sabía bien dónde entraba, pero me enteré al día siguiente».

Poco a poco se fueron alcanzando retos, y lo que en principio fue un colegio hoy se ha convertido en cinco, además de tres centros de atención temprana, diez unidades de día (seis de ellas con terapia ocupacional), dos centros de recursos especializados, cinco residencias y un servicio de promoción comunitaria además del ya mencionado de empleo.

-No han parado de crecer. Han establecido una red provincial sólida y cuentan ya con 300 profesionales que la atienden.

-Profesionales fantásticos. Tenemos centros además de en la capital, en Baena, Castro del Río, Montilla, Palma del Río y Peñarroya-Pueblonuevo. En los últimos años hemos apostado por los procesos de calidad y eso nos ha ayudado a ser más eficaces, y también facilita la gestión.

-Tengo entendido que también ha habido un cambio en el planteamiento de la asistencia, que ahora se centra mucho más en la persona.

-Sí, antes la persona iba al centro y allí recibía asistencia. Ahora tienen un plan personalizado en el que participa la familia y alguien de referencia del centro. Por ejemplo, si la persona quiere aprender a conducir, se le presta el apoyo para que se saque el carnet.

-¿Y cada uno de los 900 discapacitados intelectuales que atienden tiene su propio plan?

-Sí. Tenemos una plataforma web donde se gestionan todos los procesos, desde ella se hace seguimiento diario. También tenemos el servicio de apoyo a las familias que es muy importante. Incluso trabajamos con familias que no tienen a su hijo en Aprosub.

Entre los objetivos de Aprosub figura el intentar que los asistidos vivan en pisos tutelados y no en residencias. «Nuestras residencias son grandes, en ellas hay unas 45 personas y pueden surgir problemas de conducta -afirma-. Además están en zonas lejanas de los centros urbanos, porque era el suelo que nos cedían, y allí se encuentran bastante aislados. Por eso estamos trabajando con los ayuntamientos de las localidades donde estamos implementados para hacer residencias pequeñitas o viviendas tuteladas por nuestros profesionales para que las personas vivan mejor».

-¿Qué otros planes tienen para el futuro?

-¿Sabes qué pasa? Que somos una organización muy abierta y estamos deseando hacer cosas nuevas. Siempre estamos investigando, vamos a otras entidades para ver cómo podemos hacer las cosas mejor. ¿Planes de futuro? Sobre todo buscar que las personas discapacitadas consigan mayor calidad de vida.

-Y a ser posible empleo, ¿no?

-Ese es uno de nuestros principales caballos de batalla. Estamos trabajando mucho en la línea del empleo porque ellos nos lo demanda, quieren trabajar. Ahora hemos aprobado en nuestra junta directiva entrar junto con otras organizaciones en una cooperativa de impulso empresarial. Creo que va a ser una iniciativa muy interesante, porque se trata de apoyar el proyecto de la persona, y actuar nosotros como intermediarios. En el fondo, de lo que se trata es de transformar la sociedad.

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