El baratillo de Adevida clausuró ayer su vigésimo segunda edición en la Plaza de Toros con un balance positivo por parte de la organización. De este modo, la presidenta de la asociación, Isabel Guerrero, destacó que la asistencia de público ha sido similar a la de años anteriores y, a pesar de que la recesión influye desde hace tiempo en las ventas de sus puestos, "no nos podemos quejar, porque es un evento muy consolidado y considerado" en la ciudad, aseguró.

En la última jornada, los cordobeses continuaban visitando los cuarenta y cinco estands en los que se ofrecían ropa, complementos para el hogar o repostería, entre otros artículos, y también tuvo lugar la rifa de la tómbola. Por la tarde, el baratillo esperaba contar con la participación del grupo rociero Volver a empezar y la visita del párroco de Santa Marina, Carlos Linares. En esta línea, Isabel Guerrero destacó que esta iniciativa "es el evento más importante" de Adevida, un colectivo que destina los recursos recaudados a ayudar a las mujeres embarazadas y aquellas que, siendo ya madres, se encuentran en dificultades económicas. La presidenta señaló que en el año 2012 han atendido en su sede (que se encuentra en la calle Isabel Losa, número 12) a alrededor de doscientas mujeres, y afirmó que "la cifra se ha incrementado muchísimo de unos años hacia aquí", por lo que "estamos ayudando a más mujeres con menos recursos".

Una de las colaboradoras, Cayetana de los Ríos, apuntaba ayer que procede de Madrid y lleva treinta años participando en esta actividad, donde ha encontrado "un público fenomenal" y "un motivo que me llena". "En Andalucía se notan las ganas, el sol para ponerse las cosas, los collares y los chales, he vendido muchísimo", comentaba. De otro lado, Manuel López, de la tienda An & Cla, explicaba que este año ha asistido por primera vez al baratillo y "la experiencia ha sido buena". Manuel aclaraba, en referencia a las ventas, que la actividad "ha bajado como en todos los sitios", pero "por esta causa, lo poco que puedas participar, participas", a lo que añadía que "también es una forma de darte publicidad, porque viene gente de otros barrios donde no tienes la tienda y te conoce". En el bar El Maletilla, una de sus responsables, María del Mar Holgado, explicaba que este año se ha limitado el aforo durante el horario de noche, por motivos de seguridad, y "se ha quedado gente con ganas de entrar" en el baratillo, pero pese a este cambio, agradeció la participación y precisó que "no me ha faltado gente que quería ayudar".