Hombre de teatro hasta cuando dormía, a Miguel Salcedo Hierro se debe la existencia de la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba, de la que fue profesor durante cuarenta y un años y alma, concluyendo su tarea docente como catedrático y director del centro hasta su jubilación, en 1988.

A Salcedo Hierro --que en 1947 obtuvo la cátedra de Interpretación del Conservatorio, del que fue subdirector--, el Ministerio de Educación y Ciencia le encomendó en 1980 la fundación de la entonces Escuela de Arte Dramático y Danza. Con ello culminaba la labor que venía haciendo desde hacía décadas enseñando a varias generaciones a moverse y hablar sobre un escenario, al tiempo que luchaba por que se otorgase a estos estudios la categoría que él estaba convencido de que les correspondía.