Las conversaciones entre Cajasur y Unicaja han avanzado algo tras los contactos mantenidos el viernes y ayer, sábado, entre los directivos de ambas cajas, según confirmaron a este periódico fuentes del sector financiero. A lo largo de la jornada se intercambiaron varias propuestas, casi todas centradas en la resolución del conflicto generado en torno a la estimación de despidos del plan de negocio, que cifra en 988 los excedentes laborales de Cajasur y su grupo de empresas, pero también algunas relativas a otros aspectos de la fusión que, en caso de que se desbloquee el tema laboral, se desea ir cerrando entre las entidades.

Si ese acercamiento continúa, quedaría confirmada la reunión de mañana entre los presidentes de Cajasur, Santiago Gómez Sierra, y Unicaja, Braulio Medel --éste ha enmarcado su visita a Córdoba en un acto institucional, la presentación del Informe Agrario--, y sería un encuentro para avanzar hacia la fusión.

Sobre las propuestas, más que modificar el plan de negocio, que Unicaja respalda por completo, y modificar las estimaciones de ajuste laboral, van en el sentido de que se incluya en dicho plan una mención expresa a lo que se ha venido diciendo: que éste dibuja un escenario financiero óptimo de Unicajasur, pero que los ajustes de plantilla y sus condiciones pertenecen a una negociación posterior.

Fuentes del sector financiero señalaron que es pronto para saber si el conflicto se resolverá y se alcanzará el consenso, dada la complejidad de la situación y la extraordinaria tensión que se vive entre las partes. El Banco de España ha puesto a la caja cordobesa de tope el próximo martes, 1 de diciembre, para decidir su futuro: o presenta ante el Banco de España el plan de negocio conjunto para su fusión con Unicaja, y lo aprueba el día 7 en su consejo de administración, o se pone en marcha la maquinaria del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), con la toma de control de la entidad por la autoridad financiera, o lo que es lo mismo, la intervención y posterior subasta. Tomar una decisión implica una enorme responsabilidad.

Eso es lo que se le comunicó al presidente de Cajasur el jueves en la sede del Banco de España, al día siguiente de que el consejo de la caja tumbara el plan de negocio previo a la fusión por estimar que los excedentes laborales previstos (1.224 empleados, de los que 988 serían de Cajasur y 236 de Unicaja) eran "inadmisibles". El consejo dio carta blanca a Gómez Sierra para pedir al supervisor su mediación para reconducir este plan --que Unicaja apoyó sin reservas-- y, alternativamente, autorización para buscar otro socio de fusión o ayudas para salvar la caja en solitario. Es tarde, se le dijo, y se le hizo una advertencia muy clara.

Esa noche se reunió con los sindicatos de Cajasur y les pidió unos mínimos sobre los que poder aceptar ese plan. El viernes se reunió con la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, y ésta le emplazó a seguir negociando. Gómez lamentó que la consejera no hubiera querido mediar ante Unicaja y se mostró pesimista. Tanto el Banco de España como Economía mantuvieron también contactos con Braulio Medel.

Medel dio el viernes por la noche su respuesta con un comunicado de la comisión ejecutiva de Unicaja en el que la entidad transmitía que la fusión no se hará sin "garantía plena para la viabilidad de la nueva entidad", que respalda el plan de negocio de Boston Group, que valora la posición mantenida por la Junta en el proceso y que confía "en poder llegar a una solución satisfactoria" desde la "sensatez", el "sentido común y el rigor que siempre debe presidir cualquier proyecto empresarial".

Mientras, Córdoba ha vivido de nuevo días de alta tensión política, institucional y sindical. Aunque en todos estos ámbitos afloran grandes discrepancias, nadie quiere un recorte de empleo que recaiga en un 80% sobre Cajasur, y todas las voces insisten en que se cierre un pacto y se lleve adelante la fusión, pues la intervención es la peor salida.