Síguenos en redes sociales:

de reojo

No solo de ruedas de prensa vive el político

La profesión de consejera no debe ser tan fácil como la gente se cree. Ser mujer y política conlleva ciertas dificultades porque cualquier despiste puede provocar el escarnio público. Desde acertar cada día con el modelito adecuado (ellos se ponen el traje reglamentario y en paz) a dominar el pelo y el pintalabios para que no desfase en las fotos, todo son complicaciones. La consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, se levantó ayer temprano para estar en Córdoba a la hora convenida. Había quedado con los medios en la Diputación a las 11.30 y a las 11.00 ya estaba en el bar Puerto Rico tomando café. El presidente de la institución, Francisco Pulido la fue a recoger al citado bar, flamantemente vestido con traje claro y corbata oscura, y la condujo por las estancias de la casa palacio acompañado por el delegado del ramo, Luis Rey y la diputada homónima Pilar García Solís. Al final, llegaron tarde a la rueda de prensa aunque no importó. En verano, proliferan los periodistas becarios y la gente aprovechó para ponerse al día en los últimos fichajes. Tras firmar un montón de papeles y contestar a tres preguntas, Cinta y los suyos salieron disparados en el Toyota oficial a las nuevas instalaciones que comparten la Confederación Hidrográfica y la Agencia del Agua. Había que matar dos pájaros de un tiro y amortizar el viaje. Una vez allí, sin medios casi a los que sonreír, la consejera se dedicó a saludar uno a uno a todos los empleados del lugar. Dice mi médico que la mayoría de infecciones se contagian por las manos, pero si uno es político esto debe dar igual.

Pulsa para ver más contenido para ti