Tres meses aproximadamente podrían hacer falta para ejecutar el proyecto, que debe estar iniciado a principios de agosto para no perder las subvenciones concedidas a esta iniciativa tan largamente anunciada e incluso llevada a la feria del turismo Fitur.

Unas 30.000 personas podrán disfrutar anualmente de la visita, 80 por pase y se calcula que habrá 370. Su duración no llegará a una hora y su puesta en práctica cumplirá los condicionantes del culto religioso y conservación del templo. Así, se suspenderá en fechas señaladas para la Iglesia y, a petición del Cabildo, no habrá luces agresivas, ni espejos ni estructuras en las columnas. Se usarán audioguías para no entorpecer el culto.