El hospital universitario Reina Sofía está tratando a 59 pacientes con diabetes tipo 1 mediante sistemas de infusión subcutánea de insulina que sustituyen la función del páncreas y les permite llevar un buen control de su enfermedad.

La Junta de Andalucía ha informado en un comunicado de que esta terapia, que forma parte del Plan Integral de Diabetes de Andalucía impulsado por la Consejería de Salud, resulta "muy eficaz" en el control de los pacientes que presentan serias dificultades para el manejo de su enfermedad con las pautas de tratamiento tradicionales.

Los infusores son equipos del tamaño de un teléfono móvil que se pueden colocar en el abdomen, glúteos o miembros inferiores y facilitan el suministro regular de insulina de forma subcutánea a modo de goteo durante todo el día. Además, permiten enviar dosis antes de las comidas principales para imitar el funcionamiento del páncreas.

El endocrino Rafael Palomares ha destacado como principales ventajas "un mejor control de la glucemia, menor incidencia de hipoglucemias severas y mayor flexibilidad en los hábitos de vida y horario de comidas".

Además, ha explicado que "los pacientes con estos infusores deben realizarse muchos análisis de glucemia capilar, pues el dispositivo no mide la glucosa en sangre". Estas personas desarrollan las habilidades necesarias para el correcto manejo del infusor y de su enfermedad y mantienen unas adecuadas condiciones de asepsia para evitar infecciones en el punto de inserción del catéter. En el caso de los adultos, usan los infusores 10 mujeres que han sido o van a ser madres, lo que facilita que alcancen niveles de glucemia adecuados para el embarazo, mientras que 23 personas lo emplean por descompensaciones graves y diabetes inestable, 5 por hiperglucemia matutina y 3 personas más por otras indicaciones.

Por su parte, el pediatra endocrinólogo Joaquín Gómez Vázquez ha apuntado que "no hay edad de inicio límite para esta terapia, pues va a depender de la educación diabetológica del niño y la familia. Actualmente, los niños más pequeños con infusores de insulina tienen entre 4 y 5 años". Los infusores ayudan a controlar muy bien la diabetes tipo 1 en niños y permite tranquilizar a los padres. En este sentido, ha señalado que los pequeños y jóvenes "están acostumbrados a manejar ordenadores, móviles y otras nuevas tecnologías y, por ello, es asombroso lo pronto que aprenden a manejar el dispositivo".