El cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, apeló ayer desde Córdoba --donde permanece reunido junto a los obispos del Sur-- a la aplicación de la ley en relación con el auto del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, por el que ha ordenado la exhumación de 19 fosas donde fueron enterrados más de 100.000 desaparecidos en España durante la Guerra Civil.

En declaraciones a Europa Press , Amigo Vallejo --quien presidió por la tarde en la Catedral la misa funeral por el que fuera obispo de la diócesis cordobesa, José María Cirarda-- consideró que "es lógico que las personas que tengan un familiar desaparecido quieran saber dónde están".

Pero, igualmente, indicó que "también es lógico que haya personas que no quieran revolver los huesos de sus antepasados", y defendió que "las autoridades competentes serán las que tengan que decir qué es lo lícito o lo ilícito de estas disposiciones". Matizó que no le compete valorar si el auto se ajusta o no a la legalidad, pero que en su opinión "no se debe hacer nada que vaya en contra de la ley".

En relación con el primer ´bebé medicamento´ nacido en Andalucía (para salvar la vida de su hermano) tras una selección genética previa de embriones, afirmó que "la Iglesia no solo no está contra la ciencia sino que la apoya mucho; ahora bien, la ciencia tampoco puede elegir el camino más fácil". Opinó que "la ciencia tiene que llegar hasta el final y lograr aquello que sea justo", sin que ello "pueda desdecir lo que supone la categoría y el valor del hombre".

En cuanto a la misa funeral por monseñor Cirarda, estuvo presidida por Amigo junto al obispo de la diócesis, Juan José Asenjo, y el arzobispo de Granada y ex prelado de Córdoba, Francisco Javier Martínez.