No es la mejor manera de reivindicar la defensa del sector. Las organizaciones agrarias están divididas y no se llegan a poner de acuerdo para hacer protesta conjunta en unos momentos que requieren la mayor unidad. Los personalismos de los que hacen gala algunos dirigentes a nivel nacional (afortunadamente esto no sucede en Córdoba) no ayudan a buscar soluciones reales. Los ciudadanos no tienen la culpa de esto, pero son los sufridores de tantos actos.