Los hay en perfecto estado de conducción, con los cristales rotos, las puertas abiertas o pinchadas las ruedas, pero todos suelen tener algo en común, llevan demasiado tiempo aparcados en el mismo sitio y llaman la atención de los vecinos porque la suciedad se acumula en sus cuatro costados de forma galopante. Se trata de alguno de los 600 coches abandonados al año en Córdoba cuya retirada tramita el Ayuntamiento y que acaba la mitad de las veces con un tirón de orejas al dueño y su posterior traslado al desgüace más cercano, y la otra mitad cuando el propietario no puede ser localizado, en un largo y costoso proceso burocrático que finaliza con la descontaminación del vehículo y su inevitable muerte por piezas en el cementerio de coches que corresponda.

Las cifras de expedientes abiertos por localización de vehículos abandonados, iniciadas normalmente por la Policía de Barrio, no varían demasiado de un año a otro. Si en el 2006, se abrieron 600 expedientes, en el 2007 fueron 584. (A modo de referencia, en Madrid se abren una media de 14.000 expedientes cada año, de los que el Ayuntamiento retira unos 3.000). Cada caso es distinto. Actualmente, 42 de las notificaciones del 2006 son de coches que aún a día de hoy, tras dos años, siguen aparcados en alguna calle de la ciudad, al igual que otros 148 cuyo expediente se abrió en el 2007. Es decir, hay 200 vehículos documentados y abandonados en vía pública.

EL PROCESO La dificultad estriba en librarse de aquéllos que se encuentran en situación de embargo o precintado por la Policía o esos otros cuyos dueños están en paradero desconocido. En el 2006, más de 200 casos coinciden con alguno de estos perfiles y el procedimiento es largo. Tras el acta de identificación de vehículo y zona por parte de la Policía Local y, a través de la matrícula, se procede a la verificación del propietario, al que se le pide que retire el coche. Si esto no ocurre, y tras un plazo determinado, el requerimiento debe publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia, con los datos del vehículo en cuestión y si, transcurrido cierto tiempo, tampoco da señales de vida el dueño, la grúa municipal puede recoger el coche, "siempre que no esté inmerso en algún proceso de embargo o precinto judicial", según fuentes municipales.

No todos los barrios registran el mismo número de abandonos. Las zonas más frecuentadas por estse tipo de vehículos fueron, en el 2006 y 2007, los distritos de Levante y Noroeste, frente al centro histórico, donde los casos son meramente anecdóticos.