El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de centros públicos (FAPA) Agora, Francisco Mora, aseguró ayer que la Ley Orgánica de Educación (LOE) que actualmente tramita el Parlamento "aborda muy bien el fracaso escolar", porque contempla el desdoble de grupos y programas de refuerzo en distintas materias, aunque también considera necesarios "más recursos económicos y personales para que la evaluación de los alumnos sea realmente continua". Mora quiso dejar claro ayer que muchas de las razones esgrimidas en los últimos meses por los padres de la enseñanza privada y concertada para atacar a la LOE "no son ciertas", y que mientras "ellos se manifestaban, los presidentes de las federaciones de padres de todo el Estado estábamos también en Madrid redactando un documento con más aportaciones" a la ley.

Tanto Mora como el secretario general de la FAPA Agora, José Ramón Morales, señalaron a este periódico que "no es cierto que con esta ley la asignatura de Religión desaparezca de las aulas", porque "es de obligatoria oferta por todos los centros y de libre elección por parte de los padres". Señalaron que Agora representa a padres y madres creyentes y no creyentes que "deben tener derecho a poder elegir libremente, pero que dicha asignatura se imparta fuera del horario lectivo y no sea evaluable".

Tampoco es cierto, dijeron, "que no haya libre elección de centro, porque ésta está asegurada, ahora bien, con idénticos criterios de escolarización para todos". Francisco Mora añadió que no se puede permitir, por ejemplo, que "en Córdoba, el 80% de los niños inmigrantes esté en centros públicos". Respecto a la financiación, la FAPA Agora pide que "el dinero público sea para la escuela pública" y se muestra contraria a la concertación de unidades de Infantil.

Respecto a la conflictividad escolar, Francisco Mora señaló que "me niego a criminalizar la escuela, no hay tanto acoso ni violencia como se está pretendiendo", y comentó que por parte de los padres no les llegaban denuncias en este sentido. Finalmente, abogó por un consenso que evite utilizar "la educación +omo arma arrojadiza".