-¿De dónde viene y adónde va?

-Vengo de Bali y el día 29 de octubre salgo hacia Auckland, Nueva Zelanda, donde estaré por primera vez.

-¿También era su primera vez en Bali?

-Había estado un par de veces, pero en esta ocasión, he estado casi dos meses, en una villa cuidando unos perritos. Esa es una de las cosas que hacemos, cuidar mascotas y a cambio nos dejan la casa, lo que nos permite estar más tiempo en los sitios. La experiencia ha sido muy buena, pero he notado una diferencia de turismo brutal, hay puntos que ahora están muy masificados.

-¿Viaja acompañada?

-Estuve un año y medio viajando sola hasta que conocí a mi novio (también español) en Filipinas. Él venía de Nueva Zelanda y yo iba para allá, pero nos encontramos y cambiamos de rumbo.

-La pregunta del millón. ¿Cómo financia los viajes?

-Bueno, yo trabajaba en Madrid, pero había vivido un año en Filipinas con una beca. Un día, pensé en dar un giro a mi vida (se me juntaron cuestiones de trabajo y sentimentales) y viajar sin límite de tiempo, así que empecé a ahorrar, eliminando gastos absurdos que hacemos compulsivamente. Me fui cuando reuní lo que creía que sería suficiente para viajar low cost un año, unos 7.000 euros. Luego, abrí mi blog (soloida.com) y, con contactos, empecé a escribir en distintos medios, lo que me aportó pequeños ingresos extra. Me di cuenta de que viajar era más barato de lo que pensaba. Cuando vas de vacaciones, coges aviones, hoteles caros, en temporada alta. Si vas despacio, tomas transporte público, duermes en hostales, comes comida callejera... Al principio, detallaba en mi blog todos mis gastos. En Tailandia, gastaba unos 11 euros al día. Allí se puede vivir con unos 400 euros al mes. Ahora me dedico a esto y trabajo para un buscador de vuelo, hago posicionamiento web y además, mi blog ya genera dinero y hemos creado una web-guía de Filipinas con la que nos gustaría hacer viajes de grupo.

-Es licenciada en Dirección y Administración de Empresas, ¿qué le atrae de esta forma de vida, de viajar tanto?

-Al principio, quería ver sitios más despacio. Ahora, es la adrenalina que te da cambiar de sitio, saber que vas a estar en un sitio diferente. Llevo en Córdoba desde mediados de julio y ya me siento muy fuera de lugar, necesito irme. Aunque ahora voy más lento porque también es muy cansado.

-¿Habla idiomas?

-Inglés, portugués y algo de francés.

-¿Cuál es su rincón favorito?

-Yo soy muy tropical y me encanta Filipinas. En el futuro, me gustaría montar un hotelito allí. No sé.

-¿Cuál es el que más le sorprendió?

-Las Islas Galápagos, en Ecuador. Soy una enamorada del buceo y quería bucear con los tiburones martillo. Me pareció un sitio único porque los animales marinos no tienen miedo de las personas y los tuve cerca, es fantástico.

-¿A qué sitio no volvería?

-En este momento, no volvería sola a India. La última vez, aunque no tuve miedo, me resultó pesado por las miradas de los hombres, me sentí un poco invadida en mi privacidad.

-¿Planifica o improvisa?

-Improviso todo el tiempo. Intento llegar y buscar hotel in situ. Para Nueva Zelanda, solo tenemos el hotel para quitarnos el jet lag y una furgoneta.

-Si viaja tanto, ¿qué hace en vacaciones?

-No tengo muchas. Soy autónoma y hay que pagar la cuota (risas). Cuando estás parada, echas muchas horas y cuando viajas, necesitas parar para trabajar, así que vacaciones... No tienes horario, así que no distingues hasta que ves que tienes que desconectar porque estás saturada.