La hermandad de la Paz de Córdoba capital ha contestado a la polémica de la semana, el lanzamiento de elementos pirotécnicos durante la noche del sábado y la madrugada del domingo durante la procesión de su titular mariana a su regreso a Capuchinos tras su coronación. El hermano mayor de la Paz, Enrique Aguilar, ha asegurado a Diario CÓRDOBA que ni la cofradía había autorizado ningún lanzamiento ni tenían conocimiento de que fuera a ocurrir. Es más, Aguilar ha incidido en que la hermandad capuchina está en total desacuerdo en que se lancen cohetes a esas horas, que ocasionaron las consiguientes molestias en los vecinos de la zona.
Según afirmaron este lunes fuentes municipales, la Policía Local ha enviado un requerimiento a la cofradía para que dé información, si la tiene, sobre este asunto. Aguilar ha avanzado que, de momento, ellos no han recibido nada por parte de la Policía Local.
También este lunes se hizo público un informe policial en el que, aparte de constatar cinco lanzamientos de cohetes entre las 21.00 horas del sábado y las 6.00 del domingo, se aseguraba que parte de la comitiva de la procesión había asegurado que el objetivo era retrasar el cortejo para que la procesión estuviera en la calle cuando estaba amaneciendo.
Aguilar ha negado la mayor y ha atribuido esos comentarios, quizá, a algún costalero o alguna persona de la comitiva, insistiendo en que el objetivo último era llegar a las 4.00 horas del domingo, la hora que estaba planteada desde un principio.
Finalmente, se llegó a las 6.00 horas. El retraso se debió, según el hermano mayor, a que hubo un momento en que el cortejo apenas podía procesionar y también a la parada que se hizo frente a San Pablo, donde hubo un acto con la Virgen del Rocío. El retraso no se pudo evitar, ha incidido Aguilar, que sí ha recordado que se llegó a las 6.00, una hora en la que todavía no ha amanecido.
