El Arcángel recupera el pulso de hace un lustro. Entrar en la casa del Córdoba CF, cuando la grada aún se muestra desierta, obliga a acordarse del tema principal de «Desafío Total» y pensar que los protagonistas están entrando por el acceso de taquillas, que espera un partido grande. Es un campo diferente. Es un campo único. Luego, con más de una decena de millar de cordobesistas cobra vida y los 22 del campo no tienen otra salida que hacer honor al escenario. Así, el Córdoba CF y el Fuenlabrada brindaron un encuentro que honraba El Arcángel. Intenso, competido, con mucho detalle individual y, por fin, más de un año después (quizás más), con detalles tácticos de relevancia.
El Fuenlabrada esperaba al Córdoba CF en lo que ahora los modernos llaman «bloque medio» (con un 1-4-1-3-2), aunque a la menor oportunidad en la que los blanquiverdes tocaban o recuperaban en defensa y mostraban alguna duda (lo cual ocurrió en más de una ocasión) elevaba la presión unos metros y apretaba para intentar robar cerca de Carlos Marín. Ocurrió en el minuto 8, con un robo de Diamé sobre Diarrá y volvió a suceder en el 13, en el que Carlos Marín evitó el gol en un mano a mano con Diamé, aunque la jugada estaba invalidada por una mano previa de Diego García.
El Fuenlabrada tiene al senegalés como cemento del equipo, mientras que confía sus salidas en Cristóbal y Cubero, por dentro, y en Iribas por fuera. Mucho trabajo de espaldas de Diego García y los detalles técnicos de Enzo Zidane, arriba.
No quiere ser uno más
Pero el Córdoba CF quiere demostrar que no pretende ser un equipo más de Primera Federación, a pesar de ser un recién llegado. Así, los de Germán Crespo igualaron en intensidad a los azulones y en el primer acto basaron gran parte de su juego ofensivo en la insistencia, inspiración y llegada de Christian Carracedo. En los primeros 20 minutos, el extremo derecho blanquiverde protagonizó hasta cuatro incursiones por su banda con peligro para Pol Freixanet, y alguna de ellas consiguió levantar al público de sus asientos. Pero El Arcángel se quedó en silencio en el minuto 20, cuando el Fuenlabrada mostró parte de su poderío. En una buena jugada trenzada por la derecha, Barbosa centraba al punto de penalti y Cubero, llegando desde atrás, cabeceaba sobre la portería de Carlos Marín. El balón se estrelló contra el larguero y El Arcángel suspiró de alivio.
La ocasión visitante pareció motivar aún más, si cabía, al Córdoba CF, que tres minutos después logró ponerse por delante en el marcador en una rápida transición llevada y culminada por Simo. El Arcángel estalló y el tanto consiguió dar un punto de tranquilidad al equipo de Germán Crespo, que hasta ese momento, si bien mantenía un buen ritmo de partido, se mostraba excesivamente tenso, sobre todo en fase defensiva.
El Fuenlabrada intentó tomar el mando del partido y, al menos, sí que tuvo algo más el balón, aunque sin ocasiones claras de gol. De hecho, fue Calderón el que en un despeje transformado en disparo desde 50 metros, estuvo a punto de sorprender a Pol Freixenet. Y poco antes del final, una buena contra cordobesista llevada por Calderón y Casas terminó con un disparo de Carracedo, demasiado cruzado.
El Córdoba CF se marchaba al descanso con ventaja en el marcador tras 45 minutos intensos, igualados y en un escenario que recordaba a tardes de hace ya años. Y lo mejor, tras un verdadero partido de fútbol, de los que se echaban de menos desde hace ya tiempo.
Error de Pol y a descansar
La primera jugada de la segunda parte fue una declaración por parte del Córdoba CF: su intención era matar el encuentro de la misma manera en que lo hizo hace una semana, ante el Unionistas, al contragolpe. Un balón recuperado por Calderón en su zona finalizó con cuatro cordobesistas en el área azulona y con todo a favor para marcar. Sin embargo, el disparo de Kike Márquez salió mordido y el final, de Simo, demasiado flojo y fácil para Pol Freixanet.
Pero igualmente claro estaba que el Fuenlabrada no se daba, ni mucho menos, por vencido. Mere Hermoso tiene un bloque rocoso que, aparentemente, parece desenvolverse bien con marcadores estrechos, porque nunca pierde el sitio ni se descompone ni yendo detrás en el marcador. Los madrileños seguían queriendo el balón para buscar el área de Carlos Marín, aunque todo se les quedaba en proyecto hasta ese arranque del segundo acto, al menos, en el que todas sus intenciones morían al borde del área cordobesista.
Sin embargo, todo el planteamiento azulón se vino abajo por un error individual. En una contra blanquiverde, el balón llegó en banda derecha a Kike Márquez, quien lanzó un centro cerrado a la portería fuenlabreña. Un balón aparentemente fácil para el portero se convirtió en un jeroglífico para Pol Freixanet, quien no supo atajarlo, introduciéndose el esférico sin remisión en la portería visitante. El Córdoba CF tomaba franca ventaja en el marcador gracias al regalo del portero azulón, lo que debía dar el punto definitivo de tranquilidad al equipo de Germán Crespo.
El técnico blanquiverde lo vio claro. Introdujo en el campo a Ramón Bueno y a Miguel de las Cuevas por Javi Flores y Kike Márquez para dotar de más músculo a la medular y seguir confiando en la pegada de su equipo. Por su parte, Mere Hermoso intentaba reactivar a los suyos introduciendo en el campo a su última incorporación, Álex Alegría, además del talentoso Javi Robles, aunque la pérdida de Diamé resultaría definitiva para los azulones, que desde ese momento ya no levantarían cabeza.
El conjunto de Mere Hermoso, recién llegado desde la Segunda División A, vio como un recién ascendido como el Córdoba CF le superaba en el marcador con claridad, a pesar de que los madrileños mostraran en varias fases del encuentro algo más que consistencia. Sin embargo, adolecieron de algo que le sobra al conjunto blanquiverde: pegada. Este Córdoba CF es capaz de mantener el balón y combinar con criterio, pero en una tarde con poca clarividencia puede mostrar su veneno en el área visitante para desequilibrar el marcador y, lo más importante, generar algo más que dudas al adversario.
Cuando aún faltaba un cuarto de hora para el final, de nuevo El Arcángel tomó protagonismo, aunque en realidad nunca lo abandonó. Los asistentes encendieron las luces de sus teléfonos móviles y las gradas mostraron el ambiente de las grandes tardes-noches del coliseo ribereño.
Intentó aumentar la fiesta el recién entrado Cedric Teguia, quien cabeceó tras una contra local, cuando se cantaba el gol en la grada. Sin embargo, en esta ocasión Pol Freixanet sí hizo una intervención de mérito, despejando el balón a la línea de fondo.
Pero en donde fracasó Cedric Teguia triunfó Diarrá. El centrocampista blanquiverde cazó un balón aéreo mandado por De las Cuevas cerca del punto de penalti y cabeceó, cruzado y a media altura. Un balón imposible para el portero azulón y que hizo estallar la grada de júbilo. Aún pudo aumentar el marcador el Córdoba CF y convertirlo ya en una goleada de escándalo tras un par de contragolpes que a punto estuvieron de materializarse en el cuarto gol. En cualquier caso, un bellísimo colofón el gol de Diarrá a un partido de fe y de convicción para el Córdoba CF.
Ficha técnica:
3 -Córdoba CF: Carlos Marín, José Ruiz, Jorge Moreno, Dragisa Gudelj, José Calderón, Yussi Diarra, Javi Flores, Christian Carracedo, Kike Márquez, Simo, Antonio Casas.
Cambios: De las Cuevas por Javi Flores (min. 67), Ramón Bueno por Kike Márquez (min. 67), Sergio Benito por Antonio Casas (min. 78), Cedric Teguia por Carracedo (min. 78), Adrián Fuentes por Simo (min. 88).
0-Fuenlabrada: Pol Freixanet, Iribas, Sotillos, Aleix Coch, Bolaño, Cristóbal, Diamé, Enzo Zidane, Cubero, Barbosa, Diego García.
Cambios: Javi Robles por Diamé (min. 55), Álex Alegría por Enzo Zidane (min. 60), Fer Ruiz por Iribas (min. 60), Amigo por Cristóbal (min. 84), Aguirre por Bolaño (min. 84).
Árbitro: Alberola Rojas (C. Castellano Manchego).
Goles: 1-0 (23’) Simo. 2-0 (57’) Kike Márquez. 3-0 (90') Diarrá.
Incidencias: El Arcángel. Segunda jornada de Liga del Grupo 1 de Primera Federación. 12.789 espectadores.
