El tiempo y la historia engulleron una imagen que estuvo reservada solo para la memoria de 20.000 aficionados del Córdoba CF: ver al conjunto blanquiverde con una copa de campeón y pasearla por El Arcángel a petición, precisamente, de aquella masa enfervorecida. La escena se compuso el 13 de mayo de 1962. Es el único título que tuvo su exposición pública y cumplió con el clásico ritual de victoria, entrega de la copa y vuelta de honor. Miles de aficionados llenaron el antiguo coliseo ribereño aquella tarde primaveral, ya con el ascenso a Primera División en el bolsillo, conseguido un mes y medio antes en el Colombino, ante el Recreativo de Huelva (0-4).
Oficialmente, el Córdoba CF tiene cuatro títulos conseguidos a lo largo de sus 67 años de historia. Al referido, logrado después de su primer ascenso a Primera División, se suman el de campeón de Tercera División -obtenido en su segundo año de existencia, en 1956- y los dos de Segunda División B, en la 1994-95 y en la 1996-97. Cronológicamente, de aquel título de campeón de Tercera División no hay constancia de la entrega de ningún trofeo, más allá de los locales que ofrecían firmas de la ciudad a los jugadores más destacados o alguna colectiva como reconocimiento al logro deportivo, que significaba el ascenso y por el que se competía en realidad. Asimismo, los actos de entrega de las copas en aquellas dos temporadas en Segunda División B se hacían casi en la clandestinidad. En la correspondiente asamblea federativa de fin de temporada se iba nombrando a los campeones de las distintas categorías por debajo de las más mediáticas y a cada representante de club se le hacía entrega del trofeo allí, en el salón de actos de la RFEF.
El ascenso que no se celebró
En el caso del Córdoba CF, siempre se fijaron los logros en promocionar de categoría más que al hecho de proclamarse campeón. Y para ello bastan dos ejemplos separados tan solo por cuatro años de diferencia. La última vez que el conjunto blanquiverde estuvo en cuarta categoría nacional, en Tercera División (1984-85), regresó por la vía rápida a Segunda B tras una temporada en los campos de tierra. Aquel Córdoba CF de Iosu Ortuondo ascendió como segundo de su grupo (el primero fue el Betis Deportivo) y tras dos eliminatorias, ante el Mestalla (1-0 y 2-0) y el Valdepeñas (4-1 y 0-1), volvió a la categoría de bronce del fútbol español. El ascenso se celebró en la ciudad, hubo recepción en el Ayuntamiento y el desplazamiento masivo de aficionados cordobesistas a la localidad de Valdepeñas forma parte de la historia blanquiverde.
Solo cuatro años antes, el Córdoba CF se encontraba en Segunda B. La campaña 1980-81 era la tercera consecutiva en la que los cordobesistas militaban en la recién creada división, después de una década, la de los 60, en la que jugó con los grandes, y una segunda década, la de los 70, en la que en gran parte fue uno de los gallitos de plata. En 1981, y cuando aún restaban tres jornadas para el final, el Córdoba CF de Cayetano Ré ascendió tras un empate en Ibiza, por lo que en la penúltima jornada, en la que recibía en El Arcángel al Mallorca (campeón de su grupo), saltó al terreno de juego con el equipo bermellón haciéndole el pasillo. Fue lo más parecido a una celebración cordobesista. No hubo fiesta en Las Tendillas ni recepción municipal. Se daba por hecho, entonces, que la Segunda División era la mínima categoría en la que le tocaba competir al conjunto cordobesista.
Este martes, el Córdoba CF tiene la oportunidad de reeditar una imagen perdida en el tiempo. La consecución de un título oficial y su correspondiente celebración con los suyos en El Arcángel. En caso de victoria ante el Guijuelo en la final de la Copa RFEF, el Córdoba CF renovará aquella imagen de hace casi 60 años, del 13 de mayo de 1962. En aquella campaña, la Segunda División se dividía en dos grupos. El Córdoba CF fue campeón del grupo sur y ascendió con aquel 0-4 en Huelva, mientras que el Deportivo de la Coruña fue el primero en el grupo norte y en la penúltima jornada liguera ya tenía el ascenso a Primera en el zurrón, el cuarto en su historia. Había que dilucidar cuál de los dos era el campeón de la categoría de plata, para lo que había que disputar una eliminatoria a ida y vuelta.
No hubo prisa, desde luego, ya que el encuentro de ida, en tierras gallegas, se jugó tres semanas después del ascenso y el de vuelta, otras tres semanas después del de ida. Entre medias, el equipo dirigido por Roque Olsen jugó la Copa Andalucía y hasta un partido homenaje en El Arcángel ante un Plus Ultra que «se lo tomó demasiado en serio» para empatar a un gol. Aquel choque sirvió como excusa para entregar diferentes trofeos de empresas locales y hasta una copa de tamaño considerable, regalo del gobernador civil de la época.
El Córdoba CF visitó La Coruña el 22 de abril, cayendo por 3-1. En aquel Deportivo de la Coruña había nombres destacados y alguno relacionado con el fútbol actual. Amancio Amaro fue el máximo goleador de los coruñeses aquella temporada, con 25 tantos, lo que le valió para fichar por el Real Madrid. De hecho, fue convocado por el seleccionador, Hernández Coronado, pese a jugar en Segunda División. También estaba en aquel equipo el hermano de Paco Gento, Julio, que formaba en la delantera junto a El Brujo Amancio, Antonio Vázquez y Veloso. Finalmente, aquel Deportivo de la Coruña tenía un portero que compartió protagonismo con Pampols, el otro arquero de los gallegos, un tal Juan María Emery, padre del actual entrenador del Villarreal, Unai Emery.
El Arcángel llama a los 'toreros'
En la vuelta, en El Arcángel, se produjo la apoteosis. El Córdoba CF goleó por 4-0 al Deportivo de la Coruña y al finalizar el encuentro, el presidente del club blanquiverde, José Salinas González -que además era uno de los directivos de la RFEF- entregó la copa de campeón de Segunda División al capitán cordobesista, Martínez Oliva.
«El final fue rotundo: 4-0 en el marcador y la vuelta al rectángulo como los toreros triunfantes con la copa de campeón absoluto», relataba la crónica en Diario CÓRDOBA del mítico periodista Enrique Ortiz Zitro. «Y decimos como los toreros, porque la vuelta fue obligada, atendiendo a la invitación reiterada del público. Sí: fue sencillamente una jornada triunfal», remataba el legendario periodista. Paz y Miralles anotaron sendos dobletes para golear a los gallegos y el Córdoba CF dio la vuelta a El Arcángel, lleno hasta la bandera, con el trofeo de campeón de Segunda División. Casi seis décadas después puede repetir.
