Suma y sigue el Córdoba CF en una temporada donde los triunfos están disparando al club hacia el deseado ascenso. La horas previas al día grande de la localidad, la festividad de San Rafael, dejaron un 2-0 para los locales merced a las dianas de Luismi Redondo y Antonio Casas. No obstante, la lectura negativa residió nuevamente en la enfermería. El lateral Álex Meléndez tuvo que marcharse en camilla mientras que el medio Álex Bernal, uno de los más destacados, también abandonó el once.

El diferente sabor que ofrece un sábado

Los aficionados blanquiverdes afrontaron una tarde diferente, por lo menos, en lo referido al día establecido para el partido. Y es que el club cordobés solo había jugado a lo largo de la temporada en jornada dominical, algo que varió este fin de semana y será un factor al que acostumbrarse durante las siguientes citas. El 30 de octubre, ya apurando el cierre del mes, habrá desplazamiento hasta Lepe mientras que el siguiente sábado 6 de noviembre tocará recibir a la UD Montijo.

En principio, el Córdoba-Antequera se fijó para el domingo 24 de octubre al mediodía, pero una serie de factores llevaron a un cambio aplaudido por muchos y que fastidió a otros tantos. Nunca llueve al gusto de todos y en este caso quedó más que refrendado en redes sociales. El día de San Rafael, una fecha emblemática en la ciudad andaluza, se quedó sin aroma a fútbol en un estadio que obtuvo su nombre precisamente por El Arcángel. El Custodio, cuya figura aguarda a los hinchas que acuden a El Arenal, es una de las características más reconocidas de un recinto deportivo que, en la previa a la festividad, dejó nuevamente a los cordobesistas en lo más alto de la tabla.

Existe un condicionante más que especial e importante que también provocó el adelantamiento del duelo sureño. La Copa RFEF, con el Xerez CD de contrincante, aparecerá en el horizonte el próximo miércoles, por lo que un día extra de descanso vendrá como oro en paño a una plantilla mermada por las lesiones y el cansancio acumulado. De ganar, la Copa del Rey abrirá sus puertas de par en par a un combinado que mantiene un idilio especial con dicha competición.

Lo complicado de superar las adversidades

Sobre el encuentro liguero en sí, el ambiente repleto de pasión cobijó a ambas hinchadas en cualquier rincón de las gradas. Este deporte, sin lugar a dudas, necesita imperiosamente del público en una comunión que engrandece a las dos partes. Los cánticos que resonaron una y otra vez estuvieron repartidos entre los dos combatientes sobre el verde, un hecho que dio mayor calado a la contienda y que recordó a lo sucedido frente al CD Don Benito. Los espectadores visitantes, nuevamente, aparecieron en El Arcángel añadiendo vida y sentido a la pelea en buena lid de los jugadores, a los “piques” amistosos y a la muestra inequívoca de que el balompié es una auténtica locura que transciende de cualquier raciocinio dispuesto.

Pese a las lesiones y las dudas que surgieron por las mismas, Luismi Redondo desatascó una primera mitad competida en la que los de Nacho Pérez evidenciaron el éxito de su situación liguera. Casas, en los últimos compases, desató la locura y confirmó que su rendimiento goleador está para, precisamente, salir de partida como así ocurrió. Mirando a las butacas, mientras tanto, las linternas de los móviles ofrecían una imagen llamativa al unísono y el Fondo Sur, como de costumbre, rendía tributo a los suyos.

El cordobés y la cordobesa, orgullosos de lo presenciado en su particular Reino de la alegría, ya ansían catar ese perol que, a fin de cuentas, es una mera excusa para juntarse con familiares y amigos tras unos meses sencillamente esperpénticos. Incluso, si se tercia, podrán echar un vistazo a un Barcelona-Real Madrid que copa informativos y detiene al universo. Solo supondrá un añadido, sobre todo, porque su Córdoba le otorgó la alegría que aviva sus corazones.