EL JUZGADO DEBERÁ DE DETERMINAR LA CUANTÍA DE LA INDEMNIZACIÓN

Tres años de prisión para el conductor ebrio de Roquetas

El legionario atropelló mortalmente a una niña cuando pasaba por un paso de peatones

El acusado confesó que conducía bajo los efectos del alcohol y pidió disculpas a la familia

El conductor del atropello mortal, sentado en el banquillo de los acusados.

El conductor del atropello mortal, sentado en el banquillo de los acusados. / CARLOS BARBA / EFE

Europa Press

F.M.S., el hombre que atropelló mortalmente mientras conducía ebrio a una niña de cinco años llamada Leire en Roquetas de Mar (Almería) cuando cruzaba un paso de peatones con su madre el 6 de julio de 2021, ha reconocido este jueves los hechos, por los que ha pedido «perdón» a la familia y por los que finalmente las partes han reclamado que se le impongan tres años de prisión.

El acusado, un legionario de profesión que se encuentra suspendido de servicio y pendiente de destino a causa de estos hechos, se ha mostrado conforme con el escrito de acusación de la Fiscalía, al que se han adherido el resto de las partes, por un delito de conducción temeraria en concurso con un delito de homicidio por imprudencia grave, por el que también se ha solicitado que se le retire el permiso de circulación y la prohibición de conducir vehículos a motor durante seis años.

Aunque acusaciones y defensas se han mostrado de acuerdo en los hechos y su calificación jurídica, han mostrado su discrepancia en relación a la responsabilidad civil en base a los baremos fijados por la aseguradora, que ha abonado ya unos 215.000 euros. Por ello, las cuantías deberán ser determinadas en sentencia por la titular del Juzgado de lo Penal 3 de Almería. La familia solicita una indemnización cercana a los 250.000 euros.

Los progenitores de la menor, David López y Rocío Muñoz, han podido asistir al final de la vista oral que se celebró ayer en la Ciudad de la Justicia de Almería, donde en su derecho a formular la última palabra el acusado ha reiterado sus disculpas. «En ningún momento me imaginé que ese día acabaría así, de verdad que lo siento mucho», ha manifestado antes de explicar que, durante la instrucción, trató de contactar con los padres para pedirles perdón.

El acusado reconoció así que el 6 de julio de 2021 conducía sobre las 20.15 horas «bajo la influencia de bebidas alcohólicas» y a una «velocidad excesiva» -hasta 78 kilómetros por hora, según el atestado policial- en la carretera de Alicún, en dirección a Roquetas de Mar; una vía de doble carril para el mismo sentido con numerosos pasos de peatones limitada a 50 kilómetros por hora.

Fue a la altura de un supermercado, en la zona de El Parador, cuando el hombre rebasó por el carril izquierdo a un vehículo que se encontraba detenido en el carril derecho, frente a un paso de peatones, por el que cruzaba Leire cogida de la mano de su madre. Fue entonces cuando la arrolló con su vehículo, un Seat Córdoba, y la arrastró algunos metros. La niña falleció en instantes debido un traumatismo craneoencefálico.

El acusado ha reconocido que mostraba «claros síntomas» de haber tomado bebidas alcohólicas, de modo que las pruebas de alcohol a las que se sometió posteriormente arrojaron, en una primera muestra, una tasa de 0,90 gramos de alcohol por litro de aire espirado mientras que, en la segunda, la tasa era de 0,88. Casi cuadruplicaba la tasa máxima de alcohol permitida. En una declaración previa a aceptar los hechos conforme al escrito definitivo de la Fiscalía, fuera de consideración para establecer sentencia, el hombre reconoció que durante la comida a la que asistió ese día bebió antes de coger el coche varias cervezas y una copa, y también confesó que, en el salpicadero, llevaba una copa de ginebra con tónica aunque, según explicó, era para terminarla en casa.