Efectivos de Salvamento Marítimo habían rescatado hasta la última hora de la tarde de ayer, a 327 inmigrantes viajando a bordo de 26 pateras en el Estrecho cuando intentaba alcanzar las costas españolas. El dispositivo de búsqueda de embarcaciones en el Estrecho, coordinado por el Centro de Tarifa (Cádiz), se movilizó desde las 9,25 horas, participando la Guardamar Concepción Arenal, la Salvamar Arcturus, la Salvamar Denébola y la Salvamar Gadír, informa Efe.

De los inmigrantes rescatados, algunos fueron desembarcados en el puerto de Barbate, mientras que otros aún no habían llegado ayer a puerto y 49 de ellos, rescatados por la Salvamar Denébola, fueron traspasados al buque María Zambrano, en el puerto de Algeciras, donde aún había inmigrantes rescatados de la jornada del lunes que no habían podido ser desembarcados. Fue la Salvamar Arcturus la que a las 10,10 horas localizó la primera embarcación con 12 personas a bordo, cinco hombres, cuatro mujeres y tres niños. Posteriormente, a las 10,35 horas rescató a 22 hombres y una mujer a bordo de dos embarcaciones. A partir de ahí se fueron sucediendo las localizaciones de embarcaciones y los rescates de personas a bordo, hasta alcanzar la cifra de 327 personas rescatadas. La jornada del lunes se cerró en la zona del Estrecho con un total de 265 personas rescatadas de 24 pateras por las embarcaciones de Salvamento María Zambrano, Arcturus y Denébola, siendo trasladados a los puertos de Algeciras y Tarifa.

La Comisión Europea (CE) propuso ayer conceder a los países de la Unión Europea hasta 6.000 euros por cada demandante de asilo acogido desde los futuros «centros controlados» de inmigrantes, que de momento ningún Estado miembro se ha ofrecido a albergar. Bruselas comenzó ayer a concretar los detalles de esos «centros controlados», así como de las plataformas de desembarco en países de África, dos ideas que los mandatarios europeos respaldaron en la cumbre del pasado junio, para combatir la inmigración ilegal. El objetivo será separar de manera más rápida y ordenada a las personas en necesidad de protección internacional de los inmigrantes irregulares; es decir, aquellos que no tienen derecho a permanecer en la UE y por tanto deben ser retornados. Los centros, que serán gestionados por los países que acepten voluntariamente albergarlos, podrán establecerse en cualquier Estado miembro y no solo en los situados en los de primera llegada, como Italia o España.