El Juzgado de lo Penal 1 de Motril (Granada) ha absuelto a las 11 personas que fueron inicialmente acusadas por su presunta responsabilidad en el accidente que se produjo el 7 de noviembre del 2005 en el viaducto que se construía en el tramo La Herradura-Taramay de la A-7, en Almuñécar, y que costó la vida a seis obreros e hirió a otros cinco.

El fallo, contra el que cabe recurso ante la Audiencia Provincial, se produce después de que la Fiscalía anunciara en la penúltima sesión del juicio, que arrancó el pasado 1 de febrero y finalizó el 29, que retiraba su acusación contra los 11 imputados, al entender que no hubo omisiones en las revisiones que debían realizarse a la cimbra que se colapsó y que el siniestro fue "inevitable".

Las nueve sesiones del juicio sirvieron para diluir las responsabilidades de los procesados, lo que provocó, al final de la vista, una sustanciosa disminución en la petición de penas de las acusaciones. La más importante fue la modificación del ministerio público, pero también las acusaciones populares. Los sindicatos UGT y CCOO rebajaron sus solicitudes de manera importante. UGT solo acusó al final a seis procesados, por un delito contra la seguridad de los trabajadores, para los que pedía hasta 5 meses de prisión y 18.000 euros de multa, mientras que CCOO solicitó para ocho de ellos dos años y medio de prisión y 12.000 euros de multa por un delito contra la seguridad y la salud laboral.

NO HAY HECHO DELICTIVO En la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, el magistrado Sergio Romero considera que los 11 procesados no solo no intervinieron en los hechos delictivos que se le han atribuido, sino que "se alcanza la convicción de que ningún hecho delictivo fue cometido" por ellos.

De hecho, sostiene que la caída de la autocimbra, "por extraordinaria", no era un "riesgo previsible", e incide en que ni siquiera las "pruebas periciales" practicadas, "variadas, modernas y complejas" han determinado la causa cierta que motivó el problema del marco trasero de la estructura, y que solo se han apuntado "como meras hipótesis" un problema en las uniones atornilladas o en las soldaduras.

Sobre las causas del accidente, no se ha podido establecer una "conclusión cierta", y no se ha logrado determinar una "real y efectiva" del porqué de la caída, señala el juez. La autocimbra se rompió y precipitó al vacío, arrastrando a siete de los 12 trabajadores que en ese momento se encontraban en ella. Seis fallecieron, uno fue herido gravemente, y varios obreros que estaban en tierra también resultaron heridos de carácter leve.