El consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña, anunció ayer la existencia de un foco de lengua azul en la provincia de Almería, con lo que ya son varias las comarcas andaluzas, excepto en Granada, las perjudicadas por esta enfermedad. El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete confirmó a la Consejería de Agricultura los resultados analíticos que corroboran la existencia de un sexto foco de fiebre catarral ovina del serotipo 1, conocida como lengua azul, en una explotación de Adra.

Los servicios veterinarios encontraron en esta explotación, que tiene un censo de 392 animales --336 ovinos y 56 caprinos--, 15 animales enfermos y 20 muertos. Este sexto foco se suma a los aparecidos en Tarifa, Almonte, Casares, Almadén de la Plata y Posadas. Unas 240.000 cabezas de ganado de 2.500 explotaciones de las comarcas del Alto y Bajo Andarax, Poniente y Alto Almanzora se verán afectadas por la restricción de movimientos de animales vivos decretada por la Junta.

PLAN DE VIGILANCIA Pérez Saldaña explicó en comisión parlamentaria que estos resultados positivos de la enfermedad ponen de manifiesto el "normal progreso" de la lengua azul desde su aparición en julio y que fue detectado gracias a la efectividad del Plan de Vigilancia Epidemiológica, "que revela del modo más precoz la enfermedad y permite activar pronto las medidas de bioseguridad".

El consejero aclaró que las ayudas directas por ovino vivo que percibirán los ganaderos andaluces de las explotaciones situadas en las zonas de restricción aumentan ahora a 14,3 millones de euros tras la detección del nuevo foco de Adra --0,8 millones de euros más de los 13,5 millones previstos antes de la confirmación de este último foco--. Las comarcas afectadas de Almería recibirán 793.000 euros en concepto de ayudas directas por animal vivo.

Además, el consejero explicó que los ganaderos de la provincia de Almería que se incluyen en el nuevo mapa de inmovilización por lengua azul gozan del mismo derecho a ser indemnizados por las bajas sufridas en sus explotaciones --como media de 100 euros por cabeza de res muerta--, lo que supone aumentar en 4,7 millones de euros las indemnizaciones totales para Andalucía.

El consejero apuntó que el Gobierno regional ha solicitado al central otra serie de medidas fiscales que palíen la crisis ganaderas, como son la reducción o exención de los módulos para el IRPF e IBI y un incremento del IVA compensatorio para igualarlo al agrícola.