Los informes de Cáritas y Foessa que se conocieron ayer refuerzan un poco más una constatación desagradable: el discurso de que la recuperación económica ha empezado se sustenta en el autoengaño. La situación es preocupante, indica Cáritas, que cuestiona las políticas de austeridad tomadas por los estados, en algunos casos, obligados por la UE, como Grecia, Chipre y Portugal.

Cáritas esboza alternativas en el uso del dinero público que casan con el discurso crítico con la política de austeridad. En la presentación del informe de Foessa lo dejó claro el coordinador del equipo de estudios de Cáritas España, Francisco Lorenzo, que aludió al rescate de las autopistas radiales de Madrid que no han resultado rentables y rozan la quiebra.

Lorenzo afirmó que gastando unos 2.600 millones de euros se podría acabar con la pobreza severa y rescatar a las 700.000 familias españolas sin ingresos (estrictamente, 500.000 porque el resto cobra rentas mínimas), mediante un "salario social", según informa Europa Press.

Es algo más de la mitad, ya que el rescate de las autopistas se cifra en unos 4.000 millones, pero la comparación resume la sensación de no poca ciudadanía en los últimos años. Sucedió con el rescate bancario con recursos públicos. Un rescate que es mencionado en el informe de Cáritas Europa. El texto indica que no es sostenible hacer responsables a los contribuyentes de las deudas de los bancos. En Atenas, el secretario general de Cáritas Europa, Jorge Nuño, instó a los gobiernos europeos a anteponer los criterios sociales a los económicos e invertir más contra la crisis. "Tenemos la esperanza de que la gente pueda estar en el centro de las decisiones políticas", proclamó Nuño.

Cáritas Europa criticó las políticas de austeridad y destacó los efectos perniciosos que ha tenido. Grecia no ve prosperar los frutos de la intervención. El informe de Cáritas lo deja claro: "La medicina que tenía que curar la enfermedad está matando al paciente".