España, con 305.000 hectáreas dedicadas al cultivo de cítricos, es el séptimo productor del mundo y el primero de Europa. Además del enverdecimiento, también el cáncer de los cítricos y el hongo mancha negra, aún ausentes en Europa, preocupan a los productores. La Unión Europea ha decidido cerrar las fronteras a los frutos de los países afectados por el hongo.