Esta Córdoba tan aparentemente desapasionada sabe rendirse sin condiciones cuando lo cree justo. Eso fue lo que ocurrió ayer en Las Tendillas, escenario de una convocatoria musical, multitudinariamente seguida, que tenía como objetivo dar una pública y rotunda voz de alarma sobre la situación que atraviesa la Orquesta de Córdoba, abocada a la desaparición por el maldito dinero. Muchos nombres conocidos se unieron generosamente a la causa, ofreciendo un espectáculo de primera categoría... y gratis. Ahora falta que las instituciones den la cara. Y que el público responda abonándose a los conciertos.