El parejo reparto de concejales entre las tres fuerzas políticas más votadas en las elecciones del pasado domingo obligan a PP y a PSOE a dirigir sus miradas hacia IU que, con sus seis concejales, puede resolver el empate a siete escaños de los dos primeros, bien permitiendo gobernar a la lista más votada "la que encabezaba el actual alcalde, Federico Cabello de Alba" o bien cerrando acuerdos puntuales o, incluso, un pacto de gobierno con los socialistas, lo que convertiría al arquitecto Rafael Llamas en el séptimo alcalde de la democracia en Montilla.

Mientras que en algunos sectores del PP dan por seguro el pacto entre PSOE e IU, en las sedes de Escuelas y Fuentes se muestran todavía muy cautos, máxime cuando los dirigentes de ambas formaciones aun no han analizado con detalle los resultados que depararon las urnas el domingo y, sobre todo, cuando todavía se desconoce la opinión y la voluntad de los militantes, expresada en sus asambleas.

"Ni el pacto estaba hecho antes, como decía el alcalde, ni está hecho ahora", reconoce un veterano dirigente de IU que recuerda que en 2011, el propio Federico Cabello de Alba daba por sentado el acuerdo entre las formaciones de izquierdas antes de ser investido alcalde. Sin embargo, ni PSOE ni IU mostraron entonces intención "al menos, públicamente" de impedir que gobernase la lista más votada, una decisión que no fue entendida por muchos militantes y simpatizantes de ambas fuerzas de izquierda, que reclamaban un acuerdo para impedir un Gobierno del PP en Montilla.

Las circunstancias, aunque parecidas en lo que a la composición del Plenario se refiere, son otras en estos momentos. Y es que, durante los cuatro años de mandato del PP, socialistas y comunistas, gracias a su amplia mayoría en la Corporación, han coincidido muchas veces al impulsar iniciativas que han tenido reflejo en los Presupuestos municipales y, también, a la hora de frenar otras políticas que pretendía poner en marcha el equipo de gobierno sin haberlas consensuado previamente con la oposición.

A su vez, PSOE e IU "en compañía del Partido Andalucista, en muchas ocasiones" han denunciado el "ninguneo constante" que, a juicio de estos grupos, el equipo de gobierno encabezado por Federico Cabello de Alba ha mostrado hacia una oposición que, pese a todo, ha permitido a los populares gobernar con cierta tranquilidad, aprobando puntualmente las ordenanzas fiscales y los Presupuestos sin apenas dilaciones.

Por otro lado, la renovación que se ha experimentado en la candidatura socialista "donde únicamente Rafael Llamas y Aurora Barbero repiten como concejales" y en la dirección local de IU "que desde noviembre del 2013 encabeza la propia Conchi Espejo" facilita la búsqueda de puntos en común entre dos organizaciones que, tal y como se está dejando notar en el conjunto del país, están condenadas a entenderse.

La aritmética es clara: el PP tendría una mayoría insuficiente para gobernar. Por su parte, PSOE e IU tienen en sus manos cerrar un pacto que se repetirá en cientos de ayuntamientos y que, por la irrupción de nuevas formaciones políticas, parece que se convertirá en tónica general en los próximos años.