Los arquitectos Javier Terrados y Fernando Suárez pretenden "transformar el patito feo en cisne" y convertir el edificio industrial que es hoy el antiguo pabellón de Cajasur en una "basílica urbana" con "un cierto carácter monumental". Terrados fue el encargado de exponer los detalles de un proyecto que supondrá "la rehabilitación integral del pabellón resolviendo sus carencias" y que se convertirá en el "salón de reuniones más representativo" de la ciudad, con unas dimensiones inspiradas en los trazados históricos de las construcciones de Córdoba, "versátil" y capaz de acoger una gran variedad de eventos. Por fuera, el edificio será "una pieza singular" en el Parque Joyero, un "hito urbano". La fachada será de hormigón prefabricado y perforado para crear "un tamiz de luz". La fuente de inspiración son los trazados hispanoárabes de las celosías de monumentos cordobeses.

El sistema de divisiones móviles permitirá múltiples combinaciones de uso, con aforos diversos, que pueden ser hasta 28, según explicó Terrados. Puede haber desde ocho salas con 200 butacas cada una, pasando por dos auditorios con 1.200 plazas cada uno, hasta un auditorio solo con 1.800 asientos. Tabiques y gradas móviles podrán almacenarse en unos recintos habilitados para ello. Este sistema necesita unas guías superiores que exigen la construcción de un techo interior que permitirá también el aislamiento acústico.

Cuando el visitante entre, se encontrará con un vestíbulo que separará el gran salón de la parte de Surgenia y que servirá de distribuidor. En el vestíbulo estarán los controles de acceso, los guardarropas, los puntos de información y las escaleras --que cambian de ubicación--, que llevarán hacia una plataforma perimetral superior, que formará "la planta noble".

Los arquitectos optan por una "iluminación cenital uniformemente distribuida", que servirá tanto de día como de noche y para cualquier tipo de distribución. Para ello, proponen una "retícula de lucernarios" en la cubierta con un sistema de lamas motorizadas para oscurecer las zonas que se deseen. Siempre será "luz reflejada, nunca luz directa", explicó Terrados.

El refuerzo de la estructura se llevará a cabo mediante la introducción de un nuevo entramado "de apeo" bajo la estructura existente, conformado por un emparrillado de cerchas, que irán enlazadas con los nudos de la estructura. Esto da lugar a una gruesa cámara en falso techo para las instalaciones y para las labores de mantenimiento. Este sistema evitará la sustitución selectiva de las barras de la estructura existente, operación mucho más compleja.

La planta baja tendrá dependencias como el vestíbulo, recepción, el área expositiva versátil y la cafetería; la entreplanta, oficinas y administración; y la primera, el área expositiva perimetral.