"Cada vez que roban la gente se vuelca y si nos quitan 20, nos traen 60, con la crisis tan grande que hay...". La religiosa trinitaria Antonia fundó el comedor social hace 24 años y ayer, un día después de haber sufrido un nuevo robo, insistía en que "tienes que darle las gracias al pueblo de Córdoba de mi parte, porque es maravilloso". De este modo, recuerda algunas anécdotas vividas tras el suceso, en la jornada del pasado martes, como la llegada de una mujer "que traía un kilo de azúcar porque no podía más", o aquella chica que donó 100 euros "cuando ella cobra 400".

Trabajando en el interior del almacén, recordaba los productos que se han llevado los ladrones (citando las entidades que los han donado), y explicaba que faltaban, entre otros alimentos y objetos, el embutido para el centenar de bocadillos que reparten a diario, las comidas preparadas para las familias, los potitos de bebé o la ropa interior que habían pedido el día de antes (que se distribuye entre los usuarios). Pese a esto, sonreía a la voluntaria que se encontraba con ella, explicando que "es de las que no tienen prisa" y había ayudado a ordenar de nuevo el almacén. Esta voluntaria señalaba que lo sucedido quizá haya servido "para que la gente se dé cuenta de la necesidad que hay" y explicaba que "cuando me estaban diciendo cómo se han volcado me han dado unas ganas de llorar tremendas, pero me he contenido porque había mucho que hacer".

A lo largo de la mañana de ayer, se sucedieron las muestras de apoyo al comedor y muchas personas, mayores y jóvenes, se acercaban a la puerta para aportar alimentos o preguntar qué necesita este centro. Una de estas ciudadanas fue Celia Crespo, quien destacaba que suele llevar comida a menudo y, en su opinión, "si pillan a los que han sido, les debería caer el doble de condena". Antonio Caballero llevaba ropa y Carmen Aranda afirmaba que "es mi barrio, ayudamos lo que podemos". De otro lado, Elena Adarve entregó una bolsa con zapatos y avanzaba que "tengo para traer jerseys de lana nuevos que ha hecho la abuela. Hay que ayudar, que hay mucha pena".