Dos veterinarios fueron detenidos en Gran Canaria por expedir certificados falsos de vacunas antirrábicas a perros de caza que no habían vacunado ni examinado.

Los detenidos han sido identificado como J.C.V. de 42 años y con despacho en Arguineguín, y J.P.B., de 36, con su clínica en La Atalaya de Santa Brígida, quienes actuaban con consentimiento de los dueños de los perros, que se ahorraban así el precio de la vacuna, unos 20 euros, y apenas pagaban 5 ó 6 por el certificado.

La vacuna antirrábica es obligatoria por ley para poder practicar la cacería. De este modo, si algún cazador tenía cinco perros, en vez de pagar cien euros por vacunar sus perros optaba por gastarse 25 ó 30 por los certificados falsos, por lo que es previsible que la Justicia los investigue.