"La pobreza es más elevada e intensa en el caso de los niños que en el resto de la población. Los hogares donde hay niños son sistemáticamente más pobres, hasta duplicar la tasa de pobreza de los que no tienen niños. Podemos decir que están penalizados". Así resumió ayer la situación actual en España el presidente de Unicef España, Carmelo Angulo, quien intervino en el Foro Primera Plan, organizado por El Periódico de Catalunya y Banc Sabadell.

Angulo centró su intervención en la pobreza infantil y en la necesidad de forjar un frente común para combatirla. "La pobreza infantil no ha surgido con la crisis, está asociada a debilidades históricas", declaró. Y aludió al informe que Unicef publicó el mes pasado, que cifra a los niños que viven en riesgo de pobreza infantil: 2,3 millones en España, el 27,5%.

"No estamos solo ante un tema de pobreza, educativo o de poca inversión. Es un reto más global que nos lleva a hacernos otras preguntas: ¿Damos a los niños la atención que merecen? ¿Lo dejamos todo en manos de las familias? El riesgo es un país con cada vez menos niños y más desigual", afirmó Angulo, que recordó la principal propuesta en España que surgió del informe de Unicef: un pacto de Estado por la infancia como los que se han hecho en otros sectores.

AYUDA UNIVERSAL El presidente de Unicef recordó que en el caso de los niños ese consenso no se produjo y afirmó que el trabajo para avanzar hacia el pacto tendrá que ser "discreto y tranquilo". Como medidas concretas citó la propuesta de Unicef de una ayuda universal por hijo a cargo: 1.200 euros al año en el caso de España. Eso, dijo, permitiría reducir la pobreza infantil en un 18% y la global, en un 7%. El segundo frente es el educativo y el tercero el legislativo y presupuestario. Angulo ha rechazado partidismos, dando a entender que no hay partido político que pueda echar en cara a otro los problemas de la infancia: la desatención ha sido general.

Porque como dijo al principio, la pobreza infantil no nace ahora, aunque la situación ha obligado a abordar cuestiones que parecían olvidadas. Por ejemplo, qué comen los niños, lo que podría calificarse como el frente occidental de la malnutrición: nada tiene que ver con la desnutrición de los países en subdesarrollo, pero también es un problema grave. "Conviene recordar que hablamos de pobreza relativa, en nada comparable con otras partes del mundo", dijo. Y eso que la situación no es la que era. Angulo resaltó que en otras partes los niños no han dejado de tener una vida marcada por la pobreza. Y sin embargo, algo ha mejorado la situación: "Antes morían 36.000 niños al día por causas evitables, ahora 18.000".

En España, recordó, hay 8,5 millones de niños. Y uno de los aspectos que todavía es pronto para estudiar es el de las consecuencias psicológicas que la crisis tendrá en los menores. Angulo lo expuso en términos de máxima preocupación por el presente y por las consecuencias que puedan darse en el futuro. "A veces no somos conscientes de lo que pasa en un hogar en el que nadie trabaja, en el que ha habido que cambiar de domicilio. Es un fenómeno impactante. No es fácil de medir", dijo.

NIÑOS POBRES, NIÑOS RICOS "En España hay 8,5 millones de niños. Algunos no se han enterado de la crisis y otros la sufren cotidianamente, y además es para largo plazo, no hay perspectivas inmediatas de recuperación. El agravio comparativo entre ellos es muy complejo. Deberíamos preocuparnos como sociedad", advirtió sobre la dualidad económica que está dividiendo a los menores en función de la posición económica de su familia: "Los niños en crisis han perdido el juego, actividades de ocio, y están viendo cómo tres calles más adelante de donde viven hay un niño que va a una clínica privada, que puede ir a un gimnasio, de excursión". En definitiva, una de las lógicas de esta crisis, la de que los pobres son más pobres y los ricos más ricos, pero aplicada a los niños.

El riesgo de una sociedad con menos niños fue otro de los elementos que abordó Angulo: "La población española se redujo en el 2012 por primera vez en décadas. En el 2017 podría haber menos nacimientos que defunciones. Eso tiene que ver muchísimo con el futuro de los niños".

Unicef está preocupada por la situación de la educación en España. Su presidente lo explicó aludiendo a la comparación con otros países de éxito reconocido. Angulo citó el hecho de que, según la OCDE, "la enseñanza secundaria en Japón es tan elevada como la universitaria aquí". Algo que le parece un problema grave a la vista de lo que la educación supone para las posibilidades de futuro de un menor.

"El sistema universitario no está rindiendo lo suficiente. A pesar de que tenemos uno de los sistemas más accesibles y universales, hay un problema de eficacia. Nuestro pacto quiere incluir a la educación para la infancia", declaró. "Estamos perdiendo un capital humano muy cualificado, gente muy preparada", dijo sobre los jóvenes que emigran al extranjero. En camino inverso, habló de los niños inmigrantes y de su precaria situación. "Hemos olvidado que somos un país de emigrantes", dijo.