Antonio del Castillo dijo ayer a los periodistas que Miguel Carcaño, con quien se entrevistó este viernes en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde cumple condena por la muerte de su hija, le aseguró que el cadáver de Marta del Castillo fue enterrado en La Algaba (Sevilla).

El padre de Marta del Castillo explicó a la prensa que Carcaño le aseguró que el cadáver de Marta fue trasladado por su hemanastro, Javier Delgado, a una finca de La Algaba, población cercana a la capital andaluza, y que no descarta que lo haya cambiado posteriormente a otro lugar, tras descubrirse el crimen.

Esta versión fue una de las últimas que Miguel Carcaño confesó al juez, aunque la búsqueda de estos restos mortales en la finca de Majaloba, en La Algaba, también resultó infructuosa. «Para él, su hermano la ha tenido que cambiar de sitio; son palabras textuales de Miguel Carcaño», señaló Antonio del Castillo.

El padre de Marta decidió trasladarse hasta esta prisión manchega para entrevistarse con el asesino confeso de su hija e intentar aclarar dónde enterraron su cadáver. «Me decidí, no tenía nada que perder; 800 kilómetros y un día es lo único que pierdo, fui y pude hablar con él», dijo.

Según su relato, Miguel Carcaño le aseguró que el cadáver de Marta no está en el Guadalquivir, donde infructuosamente lo ha buscado esta semana un equipo de los GEO de la Policía Nacional, sino que fue trasladado por su hermanastro, Javier Delgado, a la finca «La Majaloba», ubicada en la localidad de La Algaba. «Él (Miguel Carcaño) me dice que su hermano se hizo cargo de todo, que él se quedó paralizado y que el hermano fue por el coche de la exmujer, Rosa, y le cogió la silla para montarla en el vehículo y que su hermano fue a tiro hecho», explicó Antonio. Asegurado que le recordó a Carcaño «que estaba cumpliendo una pena y que a causa de sus mentiras, su última declaración el juez no se la creía» frente a lo cual, el asesino de su hija «se encogió de hombros» y le dijo «que él siempre siguió las indicaciones de su hermano en sus declaraciones ante la policía».

Carcaño no mostró ningún arrepentimiento frente a Antonio del Castillo, quien se adelantó a darle la mano -»respetuosamente, porque es mi manera de presentarme», según relató a la prensa. «Lo vi con la cabeza gacha, la voz entrecortada y demacrado», explicó.

Aunque no quiso pronunciarse sobre si se cree el relato que el viernes le relató Carcaño, en presencia de un funcionario de prisiones, Antonio del Castillo se extrañó de que el hermanastro del asesino de su hija se arriesgue a vivir «toda su vida en manos de una persona que te puede delatar». «Le achaco que a causa de sus mentiras el juez no lo creyó, y su hermano está libre y él se va a comer 21 años allí (en prisión); se encogió de hombros, como asintiendo, que yo tenía razón y pienso que se arrepiente de haber dicho tantas mentiras», añadió.

Carcaño también le confirmó el viernes que Francisco Javier García Marín, El Cuco -sentenciado a 2 años y 11 meses de reclusión en un centro de menores por un delito de encubrimiento tras ser absuelto de los delitos de violación y asesinato-, estuvo en el traslado del cadáver de Marta hasta la finca de La Algaba «amenazado» por su hermanastro «y que ayudó poca cosa y salió corriendo».

Preguntado si va a solicitar nuevas búsquedas del cadáver de su hija, Antonio del Castillo dijo: «Yo a la policía no le voy a pedir nada, buscaré como pueda».