Pocas semanas transcurren sin que el personaje que llena de bochorno al mundo entero, y muy particularmente a sus compatriotas, sea el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Las embajadas respondieron indignadas a los supuestos comentarios en los que tildó a varios países africanos, junto a Haití y El Salvador, de «agujeros de mierda». Es terrible, aunque consiga finalmente respaldo legal interno, la forma en la que Trump endurece las políticas migratorias de EEUU, pero que lo haga con semejantes descalificaciones hacia otros estados, que además están en posición de debilidad, implican racismo y una falta absoluta de principios éticos.