Desde Aristóteles sabemos que el modo de convivencia de una sociedad puede ser aristocrático o democrático, pero que ese modo de convivencia no se puede confundir con el régimen político. El estado social y democrático solo es posible si se acepta que se edifica sobre la afirmación cristiana de la igualdad antropológica de todos los seres humanos. Se dio cuenta Tocqueville que el problema residía en que no se puede confundir el régimen político con el estado social democrático, pues el estado social es siempre prepolítico; es el modo de convivir y sobre ese modo de convivir se asientan diferentes formas políticas de gobierno. Ese estado de convivencia no es solo material sino moral como nos queda demostrado por la patente preocupación de la sociedad española ante la extendida y grave corrupción que padecemos.

Este exordio viene a cuento de cómo el partido político Podemos confunde el estado de la sociedad española con el régimen político que ellos proponen. Esa confusión viene de manos de una ideología que coarta a la sociedad, falsifica la libertad política que correrá el riesgo de ser suprimida. Pregona que desde la soberanía liberará a nuestra sociedad de las estructuras actuales internas (entre ellas a las "castas") y de las externas (como es no pagar la deuda soberana) y así librar al pueblo español de ellas y de la pobreza, como si la pobreza fuera la causa del mal de nuestra sociedad. Fundamentalmente es una artificiosa solución coactiva y manipuladora de otra ideología, añadida a las que ya tenemos en el escenario.

Podemos es una teología de la esperanza, como la de Ernst Bloch, ateo marxista de formación protestante o como la del luterano Jürgen Maltmann, cuya debilidad reside en su fundamentación marxista, ya en entredicho tras la desaparición política del marxismo--leninismo soviético. Podemos aflora como un nuevo cielo y una nueva tierra para los desesperanzados desde un nuevo socialismo, como religión civil permanente y secular. Se presenta como la esperanza de los oprimidos aunque, como decía Napoleón, "a la mayor parte de los que no quieren ser oprimidos no les disgustaría ser opresores".

Se ha visto como a la hora de elegir la cúpula directiva, el directorio, es un partido que impondrá un sistema de poder oligárquico, al igual que los otros partidos, que ellos denominan "castas". Esa cúpula, minoría dirigente iluminada proféticamente, juega el papel de dios abstracto que a través del Estado marcará el devenir necesario de la historia de España. Se parecen a los santos calvinistas, de un lado, aunque de otro lado, presuntamente, se ha dicho que reciben subvenciones del monoteísmo teocrático iraní que no puede soportar la laicidad ni la libertad política. Podemos proclama silenciosamente una especie de religión secular misionera del igualitarismo de origen marxista.

Ya han anunciado el modo de lograr sus ideales redentores. Lo conseguirán a través del intervencionismo en la vida social, en el monopolio educativo, mediante el control de la educación y de los medios de comunicación privados y con una avanzada política redistributiva, aún más odiosa que la que ha diseñado el señor Montoro. Tienen una cosmovisión muy particular de la ciudad perfecta para el hombre. Podemos es la redención final de todas las cosas, tras el estado calamitoso que trajo la caída de Adán. Es la Apocatástasis.

* Grupo de opinión