Emilio Rosales, que canta, pinta y recita sus poesías, organizó en su casa museo una velada sobre el cante flamenco durante las faenas del campo. Hay que rememorar lo que fue y ya no es. Lo que José Antonio Gómez Marín llama "memoria viva que en un par de generaciones se habrá perdido en este océano de modernidad". Acaba de empezar la recolección de la aceituna y ¿quién canta ya a la vera de los olivos? Si acaso el runruneo de las vibradoras que ahuyenta las aves del campo e incluso acalla los regatos cantarines si es que llevan agua. Poesías de la recolección de Isabel Moreno y los cantes en los olivares a cargo de dos jóvenes cantaoras, Lourdes Palmero y Raquel Roldán."Como la tortolita/ te anduve buscando,/de olivo en olivo, de ramito en ramo". El catedrático de Medicina Francisco Pérez Jiménez presentó durante varios veranos en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander una ponencia muy original: Los cantes del olivar . Les acompañó el cantaor Rafael Espejo Churumbaque y Rafael Rodríguez Merengue de Córdoba a la guitarra, con su hija al baile. También han desaparecido las eras y aquellos campesinos subidos a los trillos vueltas y más vueltas a pleno sol de agosto. Emilio Rosales y Eduardo Tarifa nos recordaron con sus cantes aquellas faenas tan desconocidas para las jóvenes generaciones "Tres horitas seguías/ llevo trillando/ no me toques el cuerpo/ que está quemando" Las cosechadoras han acabado con los cantes de la trilla y siega, y con la hoz. Y también con la "quinsá". Cada quincena, al pueblo a por la "mudaa".

* Periodista