Un año más, el 25 de noviembre concita nuestra atención como una fecha que aparece marcada en rojo en nuestro calendario y que nos hace reflexionar sobre cómo es posible que en pleno siglo XXI, en una sociedad democrática, moderna y avanzada como la nuestra puede tener cabida un acto tan irracional y cobarde como la violencia física y/o psicológica cometida contra las mujeres, Una vergonzosa realidad que ataca los cimientos mismos de nuestro sistema de valores y que requiere del compromiso conjunto entre administraciones e instituciones públicas, así como mujeres y hombres a título particular u organizados colectivamente para buscar soluciones con las que combatir y acabar con esta rémora social que supone una carga demasiado pesada que impide la libertad, la igualdad y roba la dignidad a muchas mujeres inocentes y sus hijos e hijas. Por estos motivos, para la Junta de Andalucía, la violencia de género es una prioridad política durante todo el año. Por todo ello, el Gobierno andaluz ha propuesto un Pacto de Estado para la Erradicación de la Violencia de Género, consciente de que la lucha contra esta realidad es una cuestión de Estado, una prioridad política y un compromiso de todas y todos. No es posible otro camino. La violencia machista es una muralla demasiado alta que impide ver un horizonte de verdadera prosperidad y bienestar en una sociedad que reclama en voz alta un cese inmediato del terror ejercido por aquellos que se amparan solo en su cobardía, que son señalados y excluidos socialmente por la gran mayoría que pide un fin de esta violencia injustificada y miserable. Los asesinos tienen que tener claro que no tienen cabida en esta sociedad que los acusa y que alza la voz contra ellos. El Gobierno andaluz apuesta por la condena social y judicial de estos maltratadores y por la prevención y educación como las mejores armas para combatir esta lacra .Por ello la Junta de Andalucía pone en marcha planes y programas dentro de las aulas para inculcar entre los niños y niñas, los hombres y las mujeres del mañana, valores que respalden la igualdad, el respeto mutuo y el entendimiento para atajar desde edades tempranas cualquier comportamiento sexista o discriminatorio que pueda derivar en violencia. Andalucía lleva años con ese compromiso constante, impulsando toda una red de recursos para la detección y actuación ante la violencia de género. Una red que está en continua renovación, que se adapta a nuevas realidades como la ciberdelincuencia de género. Por lo tanto, la Junta apuesta por la prevención como mejor herramienta para no lamentar más terror, un sistema de protección basado en una legislación que protege a las mujeres y a sus hijos e hijas y una serie de instrumentos que facilitan que las mujeres víctimas sufran en la menor medida posible las consecuencias de la violencia y puedan reintegrarse con todas las garantías a la sociedad que las espera con los brazos abiertos para darles la oportunidad que nadie debió robarles. Sin olvidar, que violencia de género es también cualquier discriminación por razón de sexo que prive a las mujeres de una igualdad real y efectiva y que las haga estar en desventaja cuando hablamos de oportunidades para el empleo, discriminación salarial o accesos a puestos de responsabilidad pública o privada. Una sociedad que le da la espalda de una manera u otra a más de la mitad de su población, es una sociedad enferma, que nunca podrá cumplir sus retos porque no cuenta del todo con el talento, la sensibilidad, el compromiso o la constancia de las mujeres. Sirva por tanto este 25 de noviembre para llamar la atención sobre la necesidad de seguir alertando ante esta discriminación que alcanza su punto más lamentable en la violencia física o verbal hacia las mujeres. Hombres y mujeres debemos mantener viva la llama del 25 de noviembre los 365 días del año. Aspiro a que llegue el momento en el que no sea necesario que el mundo pare un día y nos miremos a los ojos soportando, como parte de la sociedad que somos todos y todas, la vergüenza que supone un solo caso de violencia machista. Mientras tanto, seguiremos luchando.

* Delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba