Aunque el mercado tradicional de Montilla se concentró durante siglos en el entorno de la actual plaza de La Rosa, en la década de los años veinte del pasado siglo, la plaza de abastos se erigió en unos solares de la calle Escuelas, siendo alcalde José Ortiz Sánchez. El contratista de las obras fue Agustín Vaissieres Lázaro, un vasco que se hospedó durante varios meses en la popular Fonda Rosita y que realizó varias obras en Montilla y pueblos colindantes. Sin embargo, la vieja plaza de abastos, inaugurada en 1928, sufrió una espectacular transformación a finales de los años setenta que acabó para siempre con su estructura abierta, luminosa y llena de vida que recordaba al denominado "regionalismo andaluz" popularizado por Aníbal González. Ahora, el nuevo proyecto que ha dirigido el arquitecto montillano Manuel Llamas, ha permitido mejorar las condiciones de aislamiento del edificio, cuya traza data del año 1977.