Desde que en julio de 2015 se inaugurara la entrada desde la autovía en dirección a la ronda Oeste, al polígono de la Torrecilla y al hospital Reina Sofía, los despropósitos, los accidentes, las quejas y, sobre todo, la ingente cantidad de inseguridades a las que los conductores nos hemos visto sometidos, son despampanantes y alarmantes. Este atolladero de la autovía se llama: salida 403.

Esta obra que formó parte de un macroproyecto que nos costó 48 millones de euros y que a fecha de hoy esta mamarrachada, vergonzosa y denigrante, está pendiente por parte de los inteligentes que nos dirigen, canalizando el proyecto de mejora, de encontrar el proceso por la vía de urgencia, catalogándola de punto negro... En fin, devanándose entre una carga burocrática que los aplasta y de la que somos víctimas los que a diario la usamos.

Quisiera hacer desde aquí un llamamiento para que la Guardia Civil por lo menos estacione el vehículo oficial en esta salida, aunque se vayan a tomar café estos agentes, pero por lo menos que se note su presencia y así recordar a la mayoría de los conductores que se incorporan a la autovía desde el Arenal, que deben de respetar las dos señales de «Ceda el paso» que se encuentran en su camino, una en el suelo pintada y otra en vertical a su derecha.

Resulta muchas veces imposible, y arriesgado, utilizar esta salida, pues demasiados conductores no respeten estas obvias y visibles señales. Ese incumplimiento de los ceda el paso pone en riesgo a los usuarios de la autovía en general y de la salida 403 en particular.

Por favor, sensibilidad y cordura ante este problema impuesto. Todos somos los perjudicados, aunque algunos parecen tomarlo con los que usamos esta salida y pretendemos abandonar la autovía, amparados por la preferencia de las dos señales que se ignoran. Respeto por favor.