Desde la Plaza del Rosario y subiendo por la calle La Fuente, se accede a la Fuente de los Chirimeros. Se trata de una fuente de dos caños de metal con un pilón de base rectangular construida de bloques de roca, en cuyo interior aparecen unos posa-cántaros para cada caño. Esta fuente da acceso al barrio del mismo nombre. Sus empinadas cuestas, sus primorosos rincones y sus casas típicas hacen que el visitante evoque otros lugares y vivencias del pasado.

En el extremo sur del barrio de los Chirimelos, la calle Mirador se continúa por un estrecho y empinado camino, en principio cementado y luego de tierra, que se adentra entre olivos y almendros, aunque al momento comienza a rodearse de chaparros y retamas. El camino finaliza en la ermita de la Virgen del Rosario, que cuenta con un espléndido mirador sobre el pueblo y donde, desde el año 1.996, cada segundo domingo de junio, se viene celebrando la Romería de la Divina Pastora, acontecimiento que reúne a multitud de campeños en un día de convivencia. Un poco más arriba, por un camino festoneado de cipreses y algunos pinos, se llega al cerro de la Torre Serval, de la que sólo se conserva el topónimo y que debió situarse en las inmediaciones del mirador de Castil de Campos. Desde este mirador, construido en 1992 por iniciativa de Paco Córdoba y de las mujeres del centro de Educación de Adultos de Castil de Campos se pueden contemplar la fortaleza de la Mota de Alcalá la Real, Alcaudete y su castillo, parte de la depresión Priego- Alcaudete, Fuente Tójar y El Cañuelo. Para regresar al pueblo se puede dar un pequeño rodeo, dirigiéndonos primero hacia el suroeste, hasta dar con el camino de Cañada Blanca.