Córdoba despedía el pasado sábado en la iglesia del Salvador y Santo Domingo de Silos (La Compañía) los restos mortales del reconocido artista cordobés Miguel Arjona Navarro. Miguel Arjona nació en Córdoba el 26 de junio de 1933, y con 14 años entró como aprendiz en el taller del imaginero Antonio Castillo Ariza, en la calle Velasco, cerca de la calle Montero, y fue él quien le anima a ir a la Escuela de Artes y Oficios, donde estudió escultura, modelado y dibujo con prestigiosos profesionales como Amadeo Ruiz Olmos, Rafael Díaz Peno, Rafael Guijo o Fernández Márquez.

Tras este aprendizaje abre su primer taller en la calle Adarve, desde donde se traslada a la calle Encarnación Agustina, para finalmente establecer su sede definitiva en una solariega casa del siglo XVII en la calle Rey Heredia, 23, cerca de la Catedral cordobesa, donde además del taller instaló su residencia particular.

El tallista, imaginero y restaurador Miguel Arjona ocupa un lugar privilegiado en el arte y la artesanía cofrade, pues no se puede hablar de la Semana Santa de la provincia --donde ha dejado un copioso e importante legado-- sin mencionar su figura. La producción de este artista traspasa lo netamente local encontrándose obras suyas en diversos puntos de Andalucía, así como en Canadá, Malasia o Indonesia, con una clientela que abarca desde cofradías, parroquias, organismos oficiales y coleccionistas particulares que cuentan con alguna de las obras salidas de sus gubias.

Junto a esta labor de imaginero destaca su faceta como tallista de pasos procesionales, destacando para la capital piezas donde se aúnan la originalidad del pintor Miguel del Moral y la pericia artística del maestro Arjona, dando como resultado el templete donde procesiona Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas, titular mariana de la cofradía cordobesa de Animas. Asimismo, destaca el paso del Santísimo Cristo de Gracia, una hermandad a la que el artista estaba muy unido. También salió de sus manos el paso donde procesiona en la festividad del Corpus Christi la custodia de Arfe.

Como restaurador son innumerables las piezas que han pasado por el taller del artista, piezas de una gran importancia devocional para la ciudad, entre ellas el Cristo de Gracia, el Señor de la Caridad, Jesús Caído, la Virgen del Socorro o la Virgen de la Fuensanta, cuya réplica ocupaba un lugar destacado en la casa del artista. En la provincia destaca la pormenorizada restauración que el artista realizó a la Virgen de la Sierra, patrona de Cabra.

Arjona, aunque en menor medida, también trabajó la escultura civil. Su obra más popular es el busto pétreo del árabe Al-Ghafequi, situado en la cordobesa plaza del Cardenal Salazar, frente a la Facultad de Filosofía y Letras.

Con Miguel Arjona se va el último imaginero de una generación de artistas que trabajaron para dar esplendor a una Semana Santa en época muy difícil, y cuyo legado a veces no se ha valorado como se merece. La casa taller de Rey Heredia se ha quedado huérfana. Ella fue testigo mudo de animadas tertulias cargadas de cordobesismo, junto al recordado belén que todo el año permanece montado a la vista de aquellos que tuvieron el privilegio de contar con la amabilidad y sencillez del maestro Miguel Arjona. Descanse en Paz. F. MELLADO

OTROS FALLECIDOSEnrique Ogallas Gavilán. Córdoba. Amparo Sousa Fabro. Córdoba. Rafael Morales Rodríguez. 91 años. Córdoba.Dolores García-Pelayo Echevarría. 81 años. Córdoba. Fuensanta Guerrero Guillén. Córdoba. Bernardo Mesa Molina. Córdoba. Alfredo Martínez Jiménez. Córdoba.