Todo un espectáculo, un derroche de creatividad sobre ruedas y una curiosa versión de la mítica carrera de coches locos de nuestra infancia con toques de carnaval y modernidad resultó la Bajada de Autos Locos de La Rambla, que este año ha alcanzado ya su undécima edición.

Una impresionante y ruidosa batucada hizo primero el recorrido, caldeando el ambiente (ya de por sí cálido) y transmitiendo energía y buenas vibraciones. Luego, aprovechando el desnivel existente en el recorrido, los 21 autos sin motor se dejaron caer, uno tras otro y casi sin frenos, por las calles de la localidad, haciendo las delicias de los miles de espectadores que las ocupaban. Cada uno de ellos estaba ambientado con una temática diferente, en consonancia con el disfraz de sus ocupantes (banqueros, árabes, niños, hippies, etcétera).

Un jurado formado por 6 personas asignó los 2.400 euros destinados a premios, según fueran considerados los autos más graciosos, los más originales o más curraos . Cabría destacar la labor que la asociación La Ballena Roja, sin apenas patrocinadores aunque con la colaboración del Ayuntamiento, Diputación y la Junta viene desarrollando para que este evento sea un éxito año tras año. Destacar, también, el trabajo de los más de 40 voluntarios y la Policía Local, evitando en muchos casos que los excitados espectadores acaben bajo las ruedas de alguno de estos autos locos.